<<Cuando esto ocurrió, el Nilo se convirtió en un don del cielo. Ya no importaba que el clima fuese más o menos seco, pues el Nilo podía proporcionar suficiente agua para la tierra y los hombres, haciendo que la vida a lo largo de sus orillas fuese no sólo posible, sino confortable.>>
>>A lo largo del invierno las nieves se acumulan en la cúspide de las montañas del África centro-oriental; en primavera sobrevienen las lluvias y la nieve se deshace. En enormes cantidades las aguas bajan de los montes hacia los ríos y grandes lagos de la región. Estas aguas van al Nilo, y la corriente se va abriendo paso hacia el norte.>>
>>El Nilo se colma a causa de estas aguas, y se desborda a partir del mes de julio, alcanzando su máxima altura hacia comienzos de septiembre. Y no vuelve a su nivel normal hasta octubre. En los meses en que el río permanece desbordado, las aguas cubren las tierras sedientas y depositan una capa de cieno fresco, que la corriente ha traído desde los montes del lejano sur. De este modo el terreno a lo largo de las orillas del río se renueva constantemente y se mantiene fértil.>>
ASIMOV, Isaac, Los egipcios, Madrid, Alianza Editorial, 1981, pags. 11 y 12.
<<Las dificultades de la agricultura de regadío carecían de importancia si las comparamos con los beneficios que aportaba. A medida que un mayor número de personas aprendía a colaborar unas con otras, los logros aumentaban. Se hizo necesario, por ejemplo, saber exáctamente cuándo se producían las crecidas del Nilo, con el fin de aprovecharlas al máximo. Los sacerdotes encargados del regadío estudiaron cuidadosamente el nivel de las aguas del río, día a día, y llegaron a descubrir que, por término medio, las crecidas se producían cada 365 días.>>
>>De ahí que los habitantes del Nilo fueron los primeros en elaborar un calendario basado en el año de 365 días. Cada año estaba formado por doce meses, por ser doce los ciclos completos de cambio en las fases de la luna, que se desarrollaban en algo menos de un año, y porque el pueblo del Nilo (como todos los demás) había usado originalmente un calendario basado en la luna. Se asignó a cada mes una duración de treinta días, y al final de cada año se añadieron cinco días adicionales.>>
ASIMOV, Isaac, Los egipcios, Madrid, Alianza Editorial, 1981, pag. 18.
<<Asimismo, las inundaciones anuales del Nilo borraban los límites entre las tierras de propiedad individual. De ahí que fuese necesario buscar alguna fórmula para volver a determinarlos. Sabemos cómo esto dio lugar, lentamente, a métodos de cálculo que conocemos hoy con el nombre de geometría (<<medición de la tierra>>). Del mismo modo se desarrollaron otras ramas de la ciencias matemáticas.>>
ASIMOV, Isaac, Los egipcios, Madrid, Alianza Editorial, 1981, pag.19.
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