miércoles, 22 de abril de 2015

Tema 11(1º). Texto sobre mitología griega (saga de Percy Jackson)

Entre los muchos mitos de la mitología griega uno de ellos, no de los más importante, es el de Narciso y Eco. Como todos los mitos los seres humanos se convierten en juguetes de los dioses y diosas que para colmo castigan su defectos y vicios. En este caso, Narciso "desgraciadamente" era tan guapo que estaba enamorado de sí mismo y no podía dejar de observar su imagen en el lago. Por otro lado estaba su enamorada Eco castigada por la diosa Hera a repetir las últimas frases de lo que dijese su interlocutor.
Os pongo un  texto del novelista juvenil Rick Riordan donde sus protagonistas Hazel y Leo se encuentran a ambos personajes bastante actualizados. Confieso que los he leido todos los de la saga y me parecen extraordinarios.
    <<Encontraron el problema… si una pandilla de chicas guapas es un problema. Eco los llevó hasta un prado con la forma del cráter de una explosión, que tenía una pequeña charca en medio. Reunidas en la orilla del agua había varias docenas de ninfas. Por lo menos, Leo supuso que eran ninfas. Al igual que las del Campamento Mestizo, llevaban vestidos de gasa. Tenían los pies descalzos. Poseían rasgos de duende, y su piel tenía un tono ligeramente verdoso.
    Leo no entendía qué estaban haciendo, pero todas estaban congregadas en el mismo sitio, mirando hacia la charca y abriéndose paso a empujones para ver mejor. Varias sostenían móviles con cámara, tratando de hacer fotos por encima de las cabezas de las otras. Leo nunca había visto a ninfas con teléfonos. Se preguntó si estaban mirando un cadáver. De ser así, ¿por qué daban saltos y se reían con tanto entusiasmo?
   —¿Qué están mirando? —preguntó Leo.
   —Mirando —dijo Eco suspirando.
   —Solo hay una forma de averiguarlo. —Hazel avanzó resueltamente y empezó a abrirse paso a empujones entre el grupo—. Disculpad. Perdón.
   —¡Eh! —se quejó una ninfa—. ¡Nosotras estábamos antes!
   —Sí —dijo otra despectivamente—. Vosotros no le vais a interesar.
   La segunda ninfa tenía unos grandes corazones rojos pintados en las mejillas. Encima del vestido llevaba una camiseta de manga corta en la que ponía: ¡¡¡I <3 !!!
   —Ejem, asuntos de semidioses —dijo Leo, tratando de parecer solemne—. Haced sitio. Gracias.
     Las ninfas gruñeron, pero se separaron y les dejaron ver a un joven arrodillado en la orilla de la charca que miraba fijamente el agua.
     Leo normalmente no prestaba atención al aspecto de los demás chicos. Suponía que era el resultado de andar con Jason: alto, rubio, fuerte y básicamente todo lo que Leo no podría ser jamás. Leo estaba acostumbrado a que las chicas no se fijaran en él. Como mínimo, sabía que nunca conseguiría a una chica por su belleza. Esperaba que su personalidad y su sentido del humor compensaran ese aspecto algún día, aunque estaba claro que hasta el momento no había dado resultado.
     En cualquier caso, Leo no pudo pasar por alto el hecho de que el chico de la charca era un tío superguapo. Tenía los rasgos faciales marcados y unos labios y unos ojos a medio camino entre la belleza femenina y el atractivo masculino. El cabello moreno le caía sobre la frente. Podría haber tenido diecisiete o veinte años, era difícil saberlo, pero tenía la constitución de un bailarín, con brazos largos y gráciles y piernas musculosas, una postura perfecta y un aire de serenidad regia. Llevaba una sencilla camiseta blanca y unos tejanos, y un arco y un carcaj sujetos con correas a la espalda. Saltaba a la vista que las armas no habían sido usadas desde hacía tiempo. Las flechas estaban cubiertas de polvo. Una araña había tejido una tela sobre el arco.
     A medida que Leo se acercaba, reparó en que la cara del chico era extrañamente dorada. Con la puesta de sol, la luz se reflejaba en una gran lámina lisa de bronce celestial situada en el fondo de la charca y bañaba las facciones de don Guaperas de un cálido fulgor.
     El chico parecía fascinado con su reflejo en el metal.
     Hazel inspiró bruscamente.
     —Qué bueno está.
    Alrededor de ella, las ninfas chillaron y asintieron aplaudiendo.
    —Así es —murmuró el joven con aire soñador, sin apartar la mirada del agua—. Estoy buenísimo.
    Una de las ninfas mostró la pantalla de su iPhone.
    —El último vídeo que ha subido a YouTube ha recibido un millón de visitas en hará cosa de una hora. ¡Creo que la mitad han sido mías!
    Las otras ninfas se echaron a reír como tontas.
    —¿Un vídeo de YouTube? —preguntó Leo—. ¿Qué hace en el vídeo, cantar?
    —¡No, tonto! —lo reprendió la ninfa—. Antes era un príncipe y un cazador maravilloso y tal. Pero eso no importa. Ahora solo… ¡En fin, mira!
     Le enseñó a Leo el vídeo. Era exactamente lo que estaban viendo en la vida real: el chico mirándose en la charca.
    —¡Está suuuuuupercañón! —dijo otra chica.
    En su camiseta de manga corta se leía: SEÑORA DE NARCISO.>>
RIORDAN, Rick, La marca de Atenea, Barcelona, Montena, 2013, pp. 67-69.

martes, 21 de abril de 2015

Tema 3(2º). Texto sobre la rotación de cultivos

<<Durante siglos los agricultores habían sabido que, si sembraban el mismo cultivo en la misma tierra un año tras otro, acabarían agotando el suelo. La solución tradicional a esta dificultad era dividir la tierra, plantando la mitad en otoño para cosechar en primavera y dejando la otra mitad en barbecho. En las tierras secas y poco densas del Mediterráneo, éste continuó siendo el patrón de cultivo más común durante la Edad Media. No obstante, en los suelos húmedos y fértiles del norte de Europa, los agricultores descubrieron poco a poco que un sistema de rotación de cultivos de tres campos podía producir un incremento sostenible en la producción agrícola general. Con este sistema se dejaba en barbecho un tercio de la tierra, que a menudo se utilizaba para pasto con el fin de que los excrementos de los animales fertilizaran el suelo; otro tercio se plantaba con trigo o centeno de invierno, que se sembraba en otoño y se cosechaba a comienzos del verano; y el tercio restante se plantaba con otro cultivo (por lo general, avena o cebada, pero a veces legumbres o plantas forrajeras, como alfalfa, trébol o algarroba) que podía sembrarse en primavera y cosecharse en otoño. De este modo, los campos se rotaban en un ciclo de tres años.>>
>>Este sistema aumentó inmediatamente del 50 al 67 por ciento la cantidad de tierra cultivada en un año. No menos importante, también produjo mayores rendimientos por hectárea de trigo y centeno, sobre todo si las legumbres o las plantas forrajeras (que reemplazan el nitrógeno que el trigo y el centeno filtran del suelo) formaban parte regular del patrón de rotación de cultivos. Con dos estaciones de cultivo separadas, el sistema proporcionaba cierta seguridad contra la pérdida por desastres naturales. También produjo nuevos tipos de alimentos. La avena la podían consumir tanto los humanos como los caballos, mientras que las legumbres proporcionaban una fuente de proteínas para equilibrar la principal ingesta de hidratos de carbono de cereales provenientes del pan y la cerveza, los dos elementos básicos de la dieta campesina. El forraje adicional posibilitó sostener más animales y más sanos, lo que aumentaba el rendimiento del arado, diversificaba la economía del señorío y proporcionaba una fuente adicional de proteínas en la dieta humana mediante la carne y la leche. El nuevo sistema de rotación de cultivos también ayudó a distribuir mejor la labranza a lo largo del año, y permitió así una atención más cuidadosa al control de las malas hierbas, al abono con cal y a la fertilización de los campos comunes.>>
COFFIN, JUDITH G. y STACEY, ROBERT C., Breve historia de Occidente. Las civilizaciones y las culturas, Barcelona, Planeta, 2012, p. 355
Les Très Riches Heures du duc de Berry juin.jpg
«Les Très Riches Heures du duc de Berry juin» por Hermanos Limbourg - R.M.N. / R.-G. Ojéda. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.

Tema 9(1º). TEXTOS PARA EXAMEN

  1. Tema 9. Textos sobre las etapas de la Prehistoria.
  2. Tema 9. Texto sobre la Prehistoria.
  3. Tema 9. Texto sobre el uso del fuego.
  4. Tema 9. Textos sobre el Neolítico y su importancia para la humanidad. 
  5. Tema 9. Texto sobre el trabajo del hierro y su importancia.
ENLACE CON DOCUMENTO PDF: https://drive.google.com/file/d/0B4QyheCmYqPHMC1ucVpBVlNCTGs/view?usp=sharing
Bifaz con percutor blando.png
«Bifaz con percutor blando» por José-Manuel Benito Álvarez. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 2.5 vía Wikimedia Commons.

Tema 13(1º). TEXTOS PARA EXAMEN

  1. Tema 13. Texto sobre la fundación de Roma por Rómulo y Remo.
  2. Tema 13. Textos sobre el origen de las instituciones y magistraturas de la República Romana.   
  3. Tema 13. Texto ADAPTADO Y ACTIVIDADES sobre las guerras púnicas.
  4. Tema 13. Textos sobre el Imperio Romano (Principado y Dominado).
Capitoline she-wolf Musei Capitolini MC1181.jpg
«Capitoline she-wolf Musei Capitolini MC1181» por Desconocido - Jastrow (2006). Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.

Tema 11(1º). TEXTOS PARA EXAMEN

  1. Tema 11. Texto sobre los elementos de la identidad griega.
  2. Tema 11. Texto sobre la polis: origen y partes.
  3. Tema 11. Texto sobre las colonizaciones griegas. 
  4. Tema 11. Texto sobre la democracia ateniense. 
  5. Tema 11. Texto: el fin de la polis, Filipo de Macedonia unifica Grecia. 
  6. Tema 11. Texto: el fin del imperio de Alejandro (los diadocos).
Theatre of Epidaurus OLC.jpg
«Theatre of Epidaurus OLC» por Olecorre - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

Tema 10(1º). TEXTOS PARA EXAMEN

  1. Tema 10. Textos ADAPTADOS sobre los imperios de Mesopotamia: Akkad, Babilonia, Asiria y Persia.
  2. Tema 10. Texto sobre la invención de la escritura (la escritura cuneiforme).
  3. Tema 10. Textos sobre el Nilo y la civilización egipcia: inundaciones, calendario y geometría. 
  4. Tema 10. Texto sobre la pirámide de Keops.  
Documento PDF
Hymn Iddin-Dagan Louvre AO8864.jpg
«Hymn Iddin-Dagan Louvre AO8864» por Desconocido - Marie-Lan Nguyen (User:Jastrow), own work, 2008-04-13. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.

domingo, 19 de abril de 2015

Tema 13(1º). Texto sobre el origen de Roma y los romanos: Eneas y los fugitivos troyanos

Los mitos sobre el origen de Roma y los romanos no se limita a la historia fantástica de los dos hermanos fundadores, Rómulo y Remo. Como ocurría con los "héroes" griegos estos serían descendientes de mortales y dioses/as. Además su divinidad les otorgaría un destino "heroico", como el de los griegos Aquiles o Teseo, que se plasmaría en su participación en hechos míticos. El más insigne antepasado romano sería el príncipe/héroe troyano Eneas, miembro por parte de padre de la casa real troyana e hijo de la diosa Venus/Afrodita. Éste sería uno de los pocos supervivientes tras la conquista de Troya por la griegos. A partir de ahí iniciaría una odisea que le llevaría a convertirse en rey de la región italiana del Lacio (Centro-Oeste, donde se encuentra Roma). Igualmente su hijo Ascanio, también llamado Julo, se convertiría en antepasado de la familia Julia, a la que pertenecían Julio César y su sobrino nieto Octavio (Augusto). De esta manera no sólo Eneas y los fugitivos troyanos serían los antepasados de los romanos sino que uno de ellos, nieto de la diosa Venus, estaría entre los antepasados del primer emperador de Roma. No sería casualidad que Augusto financiase e impulsase la obra poética de Virgilio en la que, siguiendo el modelo homérico, narraba las hazañas de Eneas y sus compañeros: "La Eneida".
Todo ello queda plasmado de forma explícita en la Eneida cuando el dios Júpiter/Zeus le explica a su hija Venus qué destino le está reservado a Eneas. El texto no es una cita original de la obra virgiliana pero recoge con bastante exactitud lo señalado en ella.

Depón el miedo, hija, el destino de tus protegidos sigue inmutable. Los muros de Lavinio [la ciudad que fundarían los fugitivos troyanos] se levantarán en Italia; en una guerra feroz, Eneas vencerá, dominará a pueblos altivos y establecerá la ley y el orden. Por espacio de tres años reinará en el Lacio [región del Centro-Oeste de Italia] su hijo Ascanio o Julo, y trasladará la sede del reino de Lavinio a Alba Longa. Durante tres siglos ocupará allí el trono la estirpe de Príamo [último rey de Troya], hasta que una sacerdotisa de Vesta (Hestia), de la casa real, tendrá dos hijos gemelos del dios de la guerra [Marte/Ares]. De ellos, uno, Rómulo, amamantado por una loba, levantará nuevos muros a su padre Marte (Ares) y será fundador del pueblo romano, al cual haré yo dueño del mundo sin oponer ningún obstáculo a su poder. La misma Juno [Hera], que actualmente atormenta a tu hijo, se reconciliará con sus nietos [al ser hijos de Marte/Ares Rómulo y Remo serían también nietos de Juno/Hera] y, junto conmigo, los protegerá, y el más grande de los romanos será un descendiente de ese Julo, y se llamará Julio [Será Julio César, tío abuelo de Augusto]. Su gloria se elevará hasta la estrellas, y él, descendiente tuyo, hija mía, será acogido en el cielo entre los dioses. Tras las guerras, los hombres gozarán de eterna paz [la pax romana], férreos cerrojos cerrarán las puertas de la discordia, que, aherrojada con cien cadenas, rechinará en vano con sus dientes sangrantes.
SCHWAB, Gustav, Las más bellas leyendas de la antigüedad clásica, Barcelona, Labor, 1959, p. 694.
Aeneas and Turnus.jpg
"Aeneas and Turnus" by Luca Giordano - http://imagencpd.aut.org/4DPict?file=20&rec=34.891&field=2 06/12/2008. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons.

sábado, 18 de abril de 2015

Tema 9(2º). Texto sobre la conquista de América por los españoles, de Eduardo Galeano

<<Había de todo entre los indígenas de América: astrónomos y caníbales, ingenieros y salvajes de la Edad de Piedra. Pero ninguna de las culturas nativas conocía el hierro ni el arado, ni el vidrio ni la pólvora, ni empleaba la rueda. La civilización que se abatió sobre estas tierras desde el otro lado del mar vivía la explosión creadora del Renacimiento. América aparecía como una invención más, incorporada junto con la pólvora, la imprenta, el papel y la brújula al bullente nacimiento de la Edad Moderna. El desnivel de desarrollo de ambos mundos explica en gran medida la relativa facilidad con que sucumbieron las civilizaciones nativas. Hernán Cortés desembarcó en Veracruz acompañado por no más de cien marineros y 508 soldados; traía 16 caballos, 32 ballestas, diez cañones de bronce y algunos arcabuces, mosquetes y pistolones. Y sin embargo, la capital de los aztecas, Tenochtitlán, era por entonces cinco veces mayor que Madrid y duplicaba la población de Sevilla, la mayor de las ciudades españolas. Francisco Pizarro entró en Cajamarca con 180 soldados y 37 caballos.>>
>>Los indígenas fueron, al principio, derrotados por el asombro. El emperador Moctezuma recibió, en su palacio, las primeras noticias: un cerro grande andaba moviéndose por el mar, Otros mensajeros llegaron después: «...mucho espanto le causó el oír cómo estalla el cañón, cómo retumba su estrépito, y cómo se desmaya uno; se le aturden a uno los oídos. Y cuando cae el tiro, una como bola de piedra sale de sus entrañas: va lloviendo fuego...». Los extranjeros traían «venados» que los soportaban «tan alto como los techos». Por todas partes venían envueltos sus cuerpos, «solamente aparecen sus caras. Son blancas, son como si fueran de cal. Tienen el cabello amarillo, aunque algunos lo tienen negro. Larga su barba es...». Moctezuma creyó que era el dios Quetzalcóatl quien volvía. [...].>>
>>Los dioses vengativos que ahora regresaban para saldar cuentas con sus pueblos traían armaduras y cotas de malla, lustrosos caparazones que devolvían los dardos y las piedras; sus armas despedían rayos mortíferos y oscurecían la atmósfera con humos irrespirables. Los conquistadores practicaban también, con habilidad política, la técnica de la traición y la intriga. Supieron explotar, por ejemplo, el rencor de los pueblos sometidos al dominio imperial de los aztecas y las divisiones que desgarraban el poder de los incas. Los tlaxcaltecas fueron aliados de Cortés, y Pizarro usó en su provecho la guerra entre los herederos del imperio incaico, Huáscar y Atahualpa, los hermanos enemigos. Los conquistadores ganaron cómplices entre las castas dominantes intermedias, sacerdotes, funcionarios, militares, una vez abatidas, por el crimen, las jefaturas indígenas más altas. Pero además usaron otras armas o, si se prefiere, otros factores trabajaron objetivamente por la victoria de los invasores. Los caballos y las bacterias, por ejemplo.>>
>>Los caballos habían sido, como los camellos, originarios de América pero se habían extinguido en estas tierras. Introducidos en Europa por los jinetes árabes, habían prestado en el Viejo Mundo una inmensa utilidad militar y económica. Cuando reaparecieron en América a través de la conquista, contribuyeron a dar fuerzas mágicas a los invasores ante los ojos atónitos de los indígenas. Según una versión, cuando el inca Atahualpa vio llegar a los primeros soldados españoles, montados en briosos caballos ornamentados con cascabeles y penachos, que corrían desencadenando truenos y polvaredas con sus cascos veloces, se cayó de espaldas. El cacique Tecum, al frente de los herederos de los mayas, descabezó con su lanza el caballo de Pedro de Alvarado, convencido de que formaba parte del conquistador: Alvarado se levantó y lo mató. Contados caballos, cubiertos con arreos de guerra, dispersaban las masas indígenas y sembraban el terror y la muerte. «Los curas y misioneros esparcieron ante la fantasía vernácula», durante el proceso colonizador, «que los caballos eran de origen sagrado, ya que Santiago, el Patrón de España, montaba en un potro blanco, que había ganado valiosas batallas contra los moros y judíos con ayuda de la Divina Providencia».>>
>>Las bacterias y los virus fueron los aliados más eficaces. Los europeos traían consigo, como plagas bíblicas, la viruela y el tétanos, varias enfermedades pulmonares, intestinales y venéreas, el tracoma, el tifus, la lepra, la fiebre amarilla, las caries que pudrían las bocas. La viruela fue la primera en aparecer. ¿No sería un castigo sobrenatural aquella epidemia desconocida y repugnante que encendía la fiebre y descomponía las carnes? «Ya se fueron a meter en Tlaxcala. Entonces se difundió la epidemia: tos, granos ardientes, que queman», dice un testimonio indígena, y otro: «A muchos dio la muerte la pegajosa, apelmazada, dura enfermedad de granos». Los indios morían como moscas; sus organismos no oponían defensas ante las enfermedades nuevas. Y los que sobrevivían quedaban debilitados e inútiles. El antropólogo brasileño Darcy Ribeiro estima que más de la mitad de la población aborigen de América, Australia y las islas oceánicas murió contaminada luego del primer contacto con los hombres blancos.>>
GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Madrid, Siglo XXI, 1980, pp. 23-26.
Eduardo Galeano (Feria del Libro de Madrid, 31 de mayo de 2008).jpg
«Eduardo Galeano (Feria del Libro de Madrid, 31 de mayo de 2008)» por Mr. Tickle - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

jueves, 16 de abril de 2015

Tema 11(1º). Texto sobre la polis: origen y partes

<<Las poleis diferían ampliamente en tamaño y organización. Sin embargo, desde el punto de vista estructural, en su mayoría, estaban organizadas en torno a un centro político y social conocido como el asty, donde se celebraban el mercado y las reuniones importantes y se resolvían al aire libre los asuntos cruciales de la polis. Rodeando al asty urbanizado estaba la chora, la «tierra». La chora de una polis grande podía sostener a otros pueblos además del asty, así como a numerosas aldeas; por ejemplo, todos los residentes del territorio completo de Ática eran considerados ciudadanos de Atenas. La vasta mayoría de los atenienses eran, de este modo, campesinos que podían acudir al asty para participar en los asuntos de su polis, pero que no residían en el centro urbano.
>>Synoikismos (o sinecismo, «reunión de las moradas») fue el modo de describir el proceso de las primeras formaciones de polis partiendo de la unión de aldeas y ciudades más pequeñas. Podía producirse por conquista o absorción, o mediante el lento proceso de trabajo mutuo y acomodación entre comunidades vecinas. Qué espoleó el sinecismo es asunto de debate. Algunas poleis se conformaron en torno a cumbres defendibles como la Acrópolis en Atenas. Puede que los griegos también copiaran una práctica de Oriente Próximo (y fenicia en particular) de ubicar un centro urbano alrededor del recinto de un templo. Sin embargo, en Grecia el templo central de una polis no siempre estaba situado dentro de las murallas de la ciudad; en Argos, por ejemplo, el ingente templo a Hera se encontraba a varios kilómetros de cualquier asentamiento considerable. Además, en muchas ciudades griegas la edificación del templo puede haber sido consecuencia de la formación de la polis y no su causa, cuando las élites competían entre sí para exaltar a su polis y cubrirse de gloria. Como era habitual en la vida griega en general, probablemente no existiera un patrón estandarizado en virtud del cual cobraron forma las primeras poleis.>>
COFFIN, JUDITH G. y STACEY, ROBERT C., Breve historia de Occidente. Las civilizaciones y las culturas, Barcelona, Planeta, 2012, p. 125.
Nicopolis synoecism.svg
"Nicopolis synoecism". Licensed under CC BY 2.5 via Wikimedia Commons.

domingo, 12 de abril de 2015

Tema 10(1º). Textos ADAPTADOS sobre los imperios de Mesopotamia: Akkad, Babilonia, Asiria y Persia

Texto sobre el Reino de Akkad: Sargón y Naram Sin.
   En las inscripciones antiguas aparece la ciudad de Acad, que también puede ser citada como Akkad o Acade. Se desconoce su emplazamiento exacto, pero es probable que también estuviera a orillas del río Éufrates, a unos 220 kilómetros corriente arriba de la ciudad sumeria de Uruk o Ereg. La ciudad dio su nombre a la región del Tigris-Éufrates que se encontraba al norte de Sumer, que se conoció por tanto com como Acad.
  Los acadios que habitaron esas regiones aguas arriba no se identificaron con los sumerios, aunque adoptaron su cultura. Por ejemplo hablaban una lengua distinta, de la familia semítica, a la lengua sumeria que no es semítica y  carece de parentesco lingüístico conocido.
  Al principio, los acadios estuvieron sometidos al dominio sumerio, pero hacia el 2280 aC, un hombre llamado Sharrukin («rey justiciero», en acadio) llegó al poder y estableció su capital en la ciudad de Acad. Para nosotros, ese rey es conocido como Sargón de Acad. Hacia el 2264 aC derrotó al rey Lugal Zaggisi conquistando así toda Sumer y fundando el imperio acadio. El nieto de Sargón, Naram Sin, siguió extendiendo el imperio, que alrededor del 2180 aC alcanzó su punto culminante.
  Pero alrededor del 2150 aC, poco después de la muerte de Naram Sin, bárbaros procedentes de las montañas orientales invadieron y conquistaron la región Tigris-Éufrates, acabando con el imperio acadio.
ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Laia, 1985, págs. 44 y 45.

Texto sobre Babilonia: capital de Mesopotamia.
  La ciudad de Babel estaba emplazada sobre el río Éufrates, a unos sesenta kilómetros de Acad corriente abajo. Durante un milenio fue un lugar pequeño y poco notable, mientras que, más abajo del río, las ciudades-estado sumerias florecían y el imperio acadio surgía y declinaba.
  Sin embargo, cuando los sumerios se encontraban en su último período de gloria, otro grupo de pueblos del medio Éufrates, los amorreos o amoritas, conquistaron Babel hacia el 1900 aC convirtiéndola en capital de un imperio en expansión.
  Bajo el sexto rey de la dinastía amorrea, Hammurabi, que reinó hacia el 1700 aC, Babel se convirtió en una metrópolis o gran ciudad mundial y siguió siéndolo durante dos mil años, a pesar de que fue conquistada y saqueada con frecuencia. En realidad, fue la ciudad más brillante del Oriente durante la época del Antiguo Testamento, y nosotros la conocemos mejor por la versión griega de su nombre: Babilonia. Toda la región Tigris-Éufrates se conoce comúnmente como Babilonia, que recibió su nombre de esa ciudad.
ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Laia, 1985, pág. 45.

Texto sobre el Imperio Asirio: antiguo, medio y nuevo.
  En tiempos de Abraham, Asiria era un reino rico y floreciente con intereses mercantiles, y a veces se llama «antiguo imperio asirio» a esa etapa de su historia. Pero en los siglos siguientes le resultó difícil sobrevivir bajo la presión de las grandes imperios de la época: Egipto, los hititas y los mitani.
  Sólo tras la destrucción y la anarquía provocadas por la llegada de los Pueblos del Mar en torno al 1200 aC, se le presentó a Asiria otra oportunidad. Con los reinos hitita y mitani prácticamente destruidos por la invasión y un Egipto debilitado y expulsado de Asia, Asiria dio un paso adelante.
  Hacia el 1200 aC, mientras los, israelitas se abrían paso hacia Canán, el rey asirio Tukulti Ninurta conquistó Babilonia (la ciudad y el territorio que dominaba), abriendo un período denominado «imperio medio asirio». El imperio medio alcanzó la cima de su poder con Teglatfalasar I, que reinó del 1116 al 1078 aC,.
  Teglatfalasar I llevó sus conquistas hacia el oeste, y fue el primer monarca asirio en llegar al Mediterráneo por la región norte de Canán.
  El dominio asirio en el Mediterráneo no era fuerte y, tras la muerte de Teglatfalasar se produjo cierta decadencia. Las tribus arameas, originarias de la Península Arábiga, invadieron sus dominios, rechazaron a los asirios y acabaron con el imperio medio
  Asiria volvió a renacer. En el 883 aC, un poderoso soberano asirio, Asurnasipal, accedió al trono y fundó el «nuevo imperio asirio». Reorganizó el ejército y utilizó al máximo las armas y corazas de hierro. Eran mucho más baratas que las de bronce y permitieron a los asirios pertrechar a un numeroso ejército de infantería que aplastara a las filas enemigas, más ligeras y especializadas en el uso de carros.
  Asurnasipal también inició una política de crueldad extrema. Los habitantes de las ciudades conquistadas eran ferozmente torturados hasta la muerte. Ello podría ser consecuencia del sadismo innato del rey o de una política deliberada para debilitar la voluntad del enemigo por medio del terror. Si éste era el caso, tuvo éxito, pues Asurnasipal restableció el imperio de Teglatfalasar I, que volvió a llegar al Mediterráneo.
ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Laia, 1985, págs. 333 y 334.

Texto sobre el Imperio Persa de Ciro y Darío.
<<-El imperio persa, que los griegos admiraban y temían porque era el más grande y fuerte del mundo entero –prosiguió Herodoto-, tenía su corazón en Irán, al norte de Mesopotamia y se extendía desde el mar Egeo, en el Mediterráneo, hasta Afganistán.>>
>>[…]>>
>>-Todo había comenzado en tiempos del valeroso e inteligente Ciro, cuando el pueblo montañés de los persas inició una sorprendente carrera de conquistas por Oriente, coronada con el asalto a Babilonia. Tras adueñarse de toda Mesopotamia –siguió Herodoto-, los persas se apoderaron de Egipto. Eso ocurrió en el 525 a.C., después de que Ciro ya hubiera muerto.>>
>>[…]>>
>>-Los persas –dijo Herodoto- alcanzaron la cima de su poder poco después, durante el reinado de Darío, entre el 522 y 486 a.C. Fue este rey de reyes quien aumentó las conquistas de sus antecesores y organizó el inmenso imperio, que ya se alargaba desde el Nilo hasta la India y desde el mar de Aral hasta el Golfo Pérsico. Nunca ningún rey había dominado tan extenso territorio. Por ello, para poder gobernar su imperio con eficacia, Darío lo dividió en muchas regiones. Puso cada una a cargo de un noble persa, y a éstos bajo la vigilancia de inspectores y espías reales: los llamados ojos de Darío.>>
>>[…]>>
>>-Darío también hizo construir caminos –prosiguió Herodoto-. Y a lo largo de esos caminos creó un sistema de mensajeros a caballo para transmitir sus órdenes a cualquier parte del imperio. Y no había nada en el mundo que llegara más pronto que estos mensajeros. Ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor ni las tinieblas de la noche impidieron jamás a los jinetes que llevaban el correo hacer el recorrido que les correspondía. El primer mensajero cabalgaba los suyo, transmitía las órdenes al segundo, éste al tercero, y así sucesivamente, hasta llevar la noticia a su destino, igual que los atletas corren la carrera de relevos hasta llegar a la meta.>>
GARCÍA CORTAZAR, Fernando, Pequeña historia del mundo, Madrid, Espasa, 2013, págs. 48 y 49.