Os incluyo una serie de cuatro mapas en los que se muestra la evolución de los dominios de los Austrias españoles durante todo el siglo XVII.
1598. Subida al trono de Felipe III. Se mantenía la totalidad de los dominios peninsulares (Castilla, Aragón y Portugal) e italianos (Nápoles, Sicilia, Cerdeña y Milán). Muy distinto era el caso de los Países Bajos donde la posibilidad de recuperar las provincias rebeldes del Norte (Holanda) era cada vez más lejana. La Tregua de los Doce Años de 1609 no hacía más que aceptar esta situación aunque se declaraba que no era definitiva. Por otro lado se conservaban Luxemburgo y el Franco Condado.
1621. Subida al trono de Felipe IV. Se mantenían la totalidad de los territorios que había hererado su padre anteriormente. Se mantenía la aspiración de recuperar las provincias norteñas de los Países Bajos aunque la Tregua de los Doce Años seguía vigente.
1665. Subida al trono de Carlos II. Las guerras contra Francia y de los Treinta Años habían pasado factura aunque no demasiado severamente. En las paces de Westphalia (1648), que ponía fin a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) se reconoció al fin la independencia de Holanda. En las Paz de los Pirineos de 1659 se cedió a Francia el Rosellón y la Cerdaña en la frontera catalana y el Artois en la frontera de los Países Bajos españoles con Francia. Como resultado de la crisis de 1640 Portugal declaró su independencia. Tras 1659 se intentó recuperar dicho reino, sin embargo se fracasó y sólo se reconoció su separación en 1668.
1700. Vísperas de la muerte de Carlos II, el último de los Austrias españoles. La Monarquía Hispana pasó a ser una potencia de segundo orden víctima de la expansión de su poderoso vecino, Luis XIV de Francia. Éste en 1678 se apoderó del Franco Condado y entre 1668 y 1697 ocupó periódicamente los Países Bajos españoles, aunque se terminaron devolviendo. La Guerra de Sucesión Española acabaría casi definitivamente con los dominios de la Monarquía fuera de la Península Ibérica.