<<Por aquel tiempo la monarquía, libre de sus antiguas trabas, se constituía en todas partes casi absoluta. En Francia, en España, en la mayor parte de los estados del imperio germánico, había subyugado a la aristocracia feudal y ya no protegía las libertades de los municipios, puesto que no los necesitaba para oponerlos a otros enemigos. La alta nobleza, como si hubiese perdido hasta el sometimiento de su derrota, se agrupaba alrededor de los tronos, casi orgullosa con el brillo de su vencedor. La clase media, dispersa y timorata, gozaba en el orden naciente y de un bienestar hasta entonces desconocido, trabajando para enriquecerse e instruirse, pero sin pretender aún tomar parte en el gobierno del Estado. Dondequiera la pompa de la corte, la administración rápida, la extensión y la regularidad de las guerras proclamaban la preponderancia del poder real. Prevalecían las máximas del derecho divino y de la soberanía de los reyes, débilmente atacadas en los mismos países donde no se las reconocía. En fin, los progresos de la civilización, de la literatura, de las artes, de la paz y de la prosperidad interior, realzando el triunfo de la monarquía pura, inspiraban a los príncipes una confianza presuntuosa y a los pueblos una complacencia mezclada de admiración.>>
GUIZOT, Francois, Historia de la revolución de Inglaterra, Madrid, Sarpe, 1985 (1826), p. 26.
«François Pierre Guillaume Guizot» por Desconocido - http://www.lib.utexas.edu/photodraw/portraits/guizot.jpg. Original Source: Duyckinick, Evert A. Portrait Gallery of Eminent Men and Women in Europe and America. New York: Johnson, Wilson & Company, 1873.. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons. |