<<Empezaba lo que los historiadores dan en llamar el Emirato independiente. ¿Qué quiere decir eso? Que el Emir ya no dependía del lejano Califato (que había pasado de Damasco a Bagdad), salvo en el aspecto religioso. El califa seguía siendo el jefe de todos los creyentes musulmanes, pero Abderramán I tenía todo el poder político de la España musulmana en sus manos. El momento más brillante de los Omeyas en España corresponde a la época de un sucesor suyo que gobierna a lo largo de la primera mitad del siglo X: Abderramán III. Además, este Abderramán se vio tan fuerte, tan poderoso, que incluso se atrevió a proclamarse Califa. Él y no otro era el jefe de todos los creyentes musulmanes; al menos, en el territorio que caía bajo su dominio: en España. Y eso comenzará en un año fácil de recordar, porque es una año capicúa: el 929.>>
>>Bajo Abderramán III el ejército tendrá una fuerza tan notable, con mercenarios que vienen de todas partes (cosa curiosa, hasta de Europa Oriental, con los eslavos), que Abderramán III hará incursiones por todo el norte de España volviendo a tener bajo su control a ciudades tan lejanas como Zaragoza.>>
FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Manuel, Pequeña Historia de España, Madrid, Espasa Libros, 2010, págs. 86 y 87.
>>Bajo Abderramán III el ejército tendrá una fuerza tan notable, con mercenarios que vienen de todas partes (cosa curiosa, hasta de Europa Oriental, con los eslavos), que Abderramán III hará incursiones por todo el norte de España volviendo a tener bajo su control a ciudades tan lejanas como Zaragoza.>>
FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Manuel, Pequeña Historia de España, Madrid, Espasa Libros, 2010, págs. 86 y 87.