Cuando es explica la pirámide feudal normalmente se va desgranando una larga cadena que se inicia en el rey y que finaliza en los caballeros. Los caballeros constituía el elemento más amplio de la nobleza medieval. Eran vasallos de un señor, podían tener un pequeño feudo o señorío que les servía para financiar su armamento y su entrenamiento además de su propia subsistencia familiar pero también podían ser vasallos sin feudo que vivían en el castillo del señor empeñados en un constante entrenamiento, financiándoles este su montura y armamento. Os presento una serie de textos en el que se detalla la utilidad militar de la caballería medieval.
<<La primera fila de jinetes de Murdac avanzaba al paso, y he de admitir que el espectáculo era impresionante: cada caballo iba recubierto con una gualdrapa negra que le cubría por entero el cuerpo, acolchada para proteger al animal, y la cabeza se adornaba con una pluma roja; el jinete lucía la sobreveste negra con tres cheurones rojos en el pecho. Buen Dios, debían de pasar calor pero su aspecto era magnífico. Cada hombre empuñaba una lanza de doce pies en posición vertical, con un gallardete rojo ondeando justo debajo de la afilada punta de acero. Los caballos del conroi avanzaban al paso y cada jinete tocaba las rodillas de los vecinos, en una línea perfectamente recta, acercándose a nosotros como una lenta barra oscura. Detrás de la primera fila de soldados a caballo, todos ellos, según me habían dicho, jóvenes de familias nobles al servicio de sir Ralph, venía la segunda, la de los sargentos, igual de bien entrenada y también letal en el campo de batalla, pero sin ser de sangre noble. Sólo lucían dos cheurones en el pecho y no llevaban lanzas; iban armados con espada y maza.>>
>>La táctica del conroi era brutalmente sencilla. La primera línea de jinetes cargaría contra nuestra infantería, golpeándola con una masa prieta de carne de caballo y acero que desbarataría nuestra formación gracias a su peso y a la fuerza del impacto. Cuando estuviéramos dispersos, la segunda fila de sargentos irrumpiría al galope y masacraría a nuestros infantes en fuga. Era un método devastador de combatir, cultivado durante décadas por los nobles de Europa hasta convertirlo en un arte excelso y mortífero.>>
DONALD, Angus, Robin Hood. El proscrito, Barcelona, Edhasa, 2010.