<<[...] Debido a su situación norteña y a la influencia del océano Atlántico que aporta las lluvias, la Iberia eurosiberiana [oceánica] es más húmeda y fresca que la mediterránea, que es, en general, seca y cálida. En la primera predominan los bosques de árboles de hojas planas de una gran variedad de especies (llamadas en conjunto frondosas caducifolias), como las hayas, los robles, los abedules, avellanos, arces, olmos, tilos, serbales, etc. Todas las especies citadas pierden las hojas en el otoño, y aprovechan al máximo el verano, que es la estación más favorable, con temperaturas suaves pero sin que falte nunca por completo la humedad, al menos al nivel del suelo; estos árboles pueden tener el "cuerpo" seco, pero necesitan que los "pies" estén mojados. El paisaje forestal de la Iberia húmeda refleja bien el paso de las estaciones, porque los árboles se desnudan en el invierno y mudan el color de su vestido del verde de la primavera y el verano, al marrón de las hojas marchitas en la otoñada.>>
>>En las montañas del Pirineo por encima del piso de las frondosas se encuentran grandes bosques de coníferas, con pinos albares y negros. Sin embargo, los abetos conviven con las hayas en el piso inferior. El pino negro es el árbol peninsular que mayor altitud alcanza, superando con frecuencia en los Pirineos la cota de los 2.300 m. Estos bosques se asemejan superficialmente -es decir, en su fisonomía, aunque las especies no sean siempre las mismas- a las interminables masas de coníferas, las taigas, que forman un cinturón al sur de las tundras, a todo lo largo de las frías tierras boreales de Eurasia y Norteamérica.>>
ARSUAGA, Juan Luis, El collar del neardental. En busca de los primeros pensadores, Barcelona, Nuevas Ediciones de Bolsillo, 2000, pp. 149-150.
«Mt Hood Wilderness near Ramona Falls». Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons. |