Andalucía es una de las unidades españolas más extensas, con una superficie de 87.268 km2; esto hace que la suma de sus ocho provincias represente el 17,3 por 100 del total del territorio español. Andalucía se encuentra en la zona templada de la Tierra, al sur peninsular, siendo la más meridional [más al sur] de las regiones de la Europa comunitaria [Unión Europea].
El límite de Andalucía en su confín septentrional [norte] viene claramente señalado por Sierra Morena, que separa dos espacios físicos y humanos distintos (la Meseta Central, al norte, y la Depresión del Guadalquivir, al sur).
Si por el oeste, es el río Guadiana el que marca la frontera entre Andalucía y Portugal, por el sur es la presencia del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo la que señala el límite meridional [sur] de Andalucía. Más difícil es definir sus límites por el este, dada la dificultad de establecer la línea divisoria real entre Andalucía y Levante en el corazón de los Sistemas Béticos.
Respecto al clima, coinciden en ella el influjo de las borrascas y los vientos húmedos procedentes del océano Atlántico y la tendencia a la sequía característica del clima Mediterráneo, lo cual explica que junto a los cursos continuos y regulares de agua haya también otros irregulares que sólo discurren después de una precipitación lluviosa. Este influjo mediterráneo y africano también se ve en la presencia de especies vegetales adaptadas al fuerte calor del verano o a las fuertes sequías.
Del mismo modo, es Andalucía lugar de convivencia de diferentes tipos de vegetación. Si la influencia mediterránea la encontramos en la presencia de la encina, junto en ella pueden encontrarse especies de montaña propia de otros puntos más húmedos de la península, como el oceánico, y, por otras plantas adaptadas a fuertes sequías, más propias de desiertos, como el esparto y el palmito.
GARCÍA-BAQUERO LÓPEZ, Gregorio, Geografía física y humana de Andalucía, Madríd, Síntesis, 1990, págs. 15 y 16.