<<[...] En el siglo XVI Alberto de Brandeburgo consiguió del rey de Polonia la conversión del ducado electivo [Prusia] en hereditario. Bradeburgo-Prusia, gradualmente, se hizo poderosa bajo una serie de hábiles gobernantes, hasta que el año 1701 uno de ellos se proclamó rey. No podía ser rey de Brandeburgo sin el permiso del emperador alemán, y Prusia estaba fuera del Imperio; así, pues, se proclamó a sí mismo Federico I rey de Prusia; su hijo y sucesor, Federico Guillermo I, atesoró una fabulosa fortuna y pasó la mayor parte del tiempo formando un ejército que fue entrenado hasta el último detalle; su hijo Federico II (el Grande) utilizó este ejército para brillantes victorias y convirtió a Prusia en una gran potencia.>>
[...]
>>Excepto una catastrófica derrota a manos de Napoleón I de Francia, Prusia continuó ganando victoria tras victoria, extendiendo su dominio al norte de Alemania. Venció a Austria-Hungría en el año 1866, luego a Francia en el año 1870, y en 1871 formó una unión de todos los Estados alemanes, excepto Austria-Hungría, y estableció el Imperio Germano.>>
ASIMOV, Isaac, Las palabras y la historia, Barcelona, Editorial Laia, 1981, págs. 201 y 202.
Enlace en el que se muestra la expansión de Prusia entre 1740 y 1867: www.zum.de/whkmla/histatlas/germany/prushist.gif