En 1556 Carlos V (1516-1556) cansado y agotado después de toda una vida luchando contra los enemigos de sus territorios abdicó y dividió los mismos entre
1. Su hijo FELIPE II (1556-1598). A éste le dejó los siguientes territorios:
- Herencia castellana: Corona de Castilla y territorios americanos conquistados en el reinado de su padre (principalmente Perú y México)
- Herencia aragonesa en la Península Ibérica y en la Península Itálica: Corona de Arágon (Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares), Reino de Nápoles, Reino de Sicilia y Reino de Cerdeña.
- Herencia borgoñona: Países Bajos, Luxemburgo y Franco Condado.
- Conquistas de Carlos V: Ducado de Milán.
- Herencia portuguesa (herencia de su madre Isabel de Portugal): Portugal y los territorios portugueses en América (Brasil), África (costa) y Ásia (costa de India e Indonesia).
- Herencia austriaca o habsbúrguica: Austria a la que añadió por herencia en 1526 Bohemia y la parte occidental de Hungría (el resto estaba ocupado por los turcos).
- El título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Las circunstancia influyeron en esta decisión, sin duda, pero también la idea era que su hijo Felipe II no tuviera los problemas que él (Carlos V) había tenido. Vamos quería ahorrarle tener que enfrentar el problema político-religioso de Alemania.
Incluyo dos mapas. El primero muestra los territorios que gobernaba Carlos V en 1555 y el segundo muestra la herencia que le dejó a su hijo Felipe II.