Páginas

martes, 22 de diciembre de 2015

Tema 11(2º) Texto sobre la Revolución Científica

<<Los humanos han buscado comprender el universo al menos desde la revolución cognitiva. Nuestros antepasados invirtieron una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en intentar descubrir las reglas que rigen el mundo natural. Pero la ciencia moderna difiere de todas las tradiciones previas de conocimiento en tres puntos fundamentales:
a. La disposición a admitir ignorancia. La ciencia moderna se basa en el precepto latino ignoramus: «no lo sabemos». Da por sentado que no lo sabemos todo. E incluso de manera más crítica, acepta que puede demostrarse que las cosas que pensamos que sabemos son erróneas a medida que obtenemos más conocimiento. Ningún concepto, idea o teoría son sagrados ni se hallan libres de ser puestos en entredicho.
b. La centralidad de la observación y de las matemáticas. Después de haber admitido ignorancia, la ciencia moderna pretende obtener nuevos conocimientos. Esto lo hace reuniendo observaciones y después empleando herramientas matemáticas para conectar dichas observaciones en teorías generales.
c. La adquisición de nuevos poderes. La ciencia moderna no se contenta con crear teorías. Usa dichas teorías con el fin de adquirir nuevos poderes, y en particular para desarrollar nuevas tecnologías.
La revolución científica no ha sido una revolución del conocimiento. Ha sido, sobre todo, una revolución de la ignorancia. El gran descubrimiento que puso en marcha la revolución científica fue el descubrimiento que los humanos no saben todas las respuestas a sus preguntas más importantes.
Las tradiciones premodernas del conocimiento, como el islamismo, el cristianismo, el budismo y el confucianismo, afirmaban que todo lo que era importante saber acerca del mundo ya era conocido. Los grandes dioses, o el único Dios todopoderoso, o los sabios del pasado, poseían la sabiduría que lo abarca todo, que nos revelaban en escrituras y tradiciones orales. Los mortales comunes y corrientes obtenían el saber al profundizar en estos textos y tradiciones antiguos y comprenderlos adecuadamente. Era inconcebible que la Biblia, el Corán o los Vedas fallaran en un secreto crucial del universo, y que este pudiera ser descubierto por criaturas de carne y hueso.>>
HARARI, Yuval Noah, De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad,  Madrid, Editorial Debate, 2015.

Tema 9(1º). Texto sobre el uso del fuego

Cuestiones sobre el texto:
  1. ¿Cuándo se empezó a usar el fuego de forma ocasional?
  2. ¿Qué especies humanas utilizaban el fuego de forma habitual?
  3. Señala de forma breve los distintos usos del fuego que se señalan en el texto.
  4. Explica las distintas ventajas que trajo para el ser humano el uso del  fuego en la cocina.
  5. ¿Cómo marcó el fuego la diferencia entre los seres humanos y el resto de los animales?
<<Un paso importante en el camino hasta la cumbre fue la domesticación del fuego. Algunas especies humanas pudieron haber hecho uso ocasional del fuego muy pronto, hace 800.000 años. Hace unos 300.000 años, Homo erectus, los neandertales y Homo sapiens usaban el fuego de manera cotidiana. Ahora los humanos tenían una fuente fiable de luz y calor, y un arma mortífera contra los leones que rondaban a la busca de presas. No mucho después, los humanos pudieron haber empezado deliberadamente a incendiar sus inmediaciones. Un fuego cuidadosamente controlado podía convertir espesuras intransitables e improductivas en praderas prístinas con abundante caza. Además, una vez que el fuego se extinguía, los emprendedores de la Edad de Piedra podían caminar entre los restos humeantes y recolectar animales, nueces y tubérculos quemados.
Pero lo mejor que hizo el fuego fue cocinar. Alimentos que los humanos no pueden digerir en su forma natural (como el trigo, el arroz y las patatas) se convirtieron en elementos esenciales de nuestra dieta gracias a la cocción. El fuego no solo cambió la química de los alimentos, cambió asimismo su biología. La cocción mataba gérmenes y parásitos que infestaban los alimentos. A los humanos también les resultaba más fácil masticar y digerir antiguos platos favoritos como frutas, nueces, insectos y carroña si estaban cocinados. Mientras que los chimpancés invierten cinco horas diarias en masticar alimentos crudos, una única hora basta para la gente que come alimentos cocinados.
El advenimiento de la cocción permitió que los humanos comieran más tipos de alimentos, que dedicaran menos tiempo a comer, y que se las ingeniaron con dientes más pequeños y un intestino más corto. Algunos expertos creen que hay una relación directa entre el advenimiento de la cocción, el acortamiento del tracto intestinal humano y el crecimiento del cerebro humano. Puesto que tanto un intestino largo como un cerebro grande son extraordinarios consumidores de energía, es difícil tener ambas cosas. Al acortar el intestino y reducir su consumo de energía, la cocción abrió accidentalmente el camino para el enorme cerebro de neandertales y sapiens.
El fuego abrió también la primera brecha importante entre el hombre y los demás animales. El poder de casi todos los animales depende de su cuerpo: la fuerza de sus músculos, el tamaño de sus dientes, la envergadura de sus alas. Aunque pueden domeñar vientos y corrientes, son incapaces de controlar estas fuerzas naturales, y siempre están limitados por su diseño físico. Las águilas, por ejemplo, identifican las columnas de corrientes térmicas que se elevan del suelo, extienden sus alas gigantescas y permiten que el aire caliente las eleve hacia arriba. Pero las águilas no pueden controlar la localización de las columnas, y su capacidad de carga máxima es estrictamente proporcional a su envergadura alar.
Cuando los humanos domesticaron el fuego, consiguieron el control de una fuerza obediente y potencialmente ilimitada. A diferencia de las águilas, los humanos podían elegir cuándo y dónde prender una llama, y fueron capaces de explotar el fuego para gran número de tareas. Y más importante todavía, el poder del fuego no estaba limitado por la forma, la estructura o la fuerza del cuerpo humano. Una única mujer con un pedernal o con una tea podía quemar todo un bosque en cuestión de horas. La domesticación del fuego fue una señal de lo que habría de venir.>>
HARARI, Yuval Noah, De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad,  Madrid, Editorial Debate, 2015.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Tema 1(1º). Texto sobre las proyecciones cartográficas




Mercator y el mapa que ‘cuadró el círculo’

Con tecnología de hoy en día, capaz de digitalizar casi cualquier cosa, representar el mundo en mapa plano y que este sea fiel al cien por cien sigue siendo un reto pendiente. Este problema matemático tiene muchos siglos de antigüedad. Sin embargo, no fue hasta mediados del siglo XVI cuando Gerardus Mercator (1512-1594) puso la primera piedra para mejorar la representación gráfica del planeta Tierra en una superficie de dos dimensiones.
A su solución, que él aplicó por primera vez en 1569, se la conoce como Proyección de Mercator (proyección cilíndrica). Aunque actualmente se critica como símbolo de las desigualdades geográficas y de la arrogancia del primer mundo (África y Sudamérica se ven mucho más pequeñas de lo que son) la intención de Mercator era muy distinta. En realidad, lo que pretendía era facilitar la navegación de los marineros de la época, al diseñar un sistema en el que las trayectorias de los barcos pudieran trazarse en línea recta con las brújulas.
Las proyecciones de tipo cilíndrico, como la de Mercator basan su representación en colocar un cilindro tangente a la esfera terrestre. El resultado muestra todo el globo en dos dimensiones, pero también presenta grandes distorsiones en las zonas de latitud elevada, cosa que impide apreciar en sus verdaderas proporciones a las regiones polares. Así, en los mapas basados en el sistema de Mercator, Groenlandia aparece casi tan grande como África, que en realidad es unas 14 veces mayor; o Alaska aparece similar en tamaño a Brasil, cuya área es casi 5 veces la de Alaska.
Mercator projection SW.jpg
"Mercator projection SW" by Strebe - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Commons.
La proyección de Peters es otra famosa representación cilíndrica, que muestra de manera más equilibrada la proporción de tamaño de los continentes pero que tiene otro fallo: las superficies y distancias están deformadas. Otros sistemas resuelven el problema de la proporción, pero nos dan una imagen “limitada” del globo: las proyecciones cónicas representan de manera fiel aquellos países que se encuentran en las regiones de latitudes medias pero que no muestran el total del globo en un mismo papel.
Gall–Peters projection SW.jpg
«Gall–Peters projection SW» por Strebe - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
En la actualidad la mayoría de los mapas se basan en proyecciones modificadas o en una combinación de las anteriores, para corregir en lo posible las distorsiones. Entre las más usuales figuran la proyección policónica de Lambert, utilizada para fines educativos, o la de Winkel-Tripel, adoptada por la National Geographic Society en 1998 y cada vez más utilizada en atlas y libros de texto. Sin embargo, los mapas más utilizados hoy en día siguen fieles a Gerardus Mercator: los servicios online como Bing Maps, OpenStreetMap, Google Maps o MapQuest usan una variante de la proyección de Mercator. Y también los mapas rectangulares que se hacen hoy en día de otros mundos (Venus, Marte, o Mercurio por ejemplo) usan el sistema de Gerardus Mercator.
Winkel-tripel-projection.jpg
«Winkel-tripel-projection» por NASA - NASA. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.

Este astrónomo, geógrafo y matemático flamenco dedicó toda su vida a los mapas. Combinando sus diferentes especialidades, realizó aportaciones muy diversas a la cartografía. La más importante de ellas, su solución al problema de llevar a un plano el globo terráqueo, pese a ser una solución imperfecta sigue siendo muy útil y práctica. Por eso la tan denostada proyección de Mercator sigue plenamente vigente.
Ventana al Conocimiento

domingo, 18 de octubre de 2015

Tema 10(2º). Texto adaptado: los títulos heredados por Felipe II

Títulos de Felipe II (1556-1598) enumerados al principio de sus testamento.

Yo don Felipe, por la gracia de Dios, rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, Islas y Tierra Firme del Mar Océano, archiduque de Austria, duque de Borgoña, de Bravante y Milán. Conde de Habsburgo, de Flandes, de Tirol, de Barcelona, señor de Vizcaya y de Molina, etcétera.

Documentos para la historia del Monasterio de San Lorenzo el Real de El Escorial, Madrid,1917, t. II, Ed. de J. Zarco Cuevas. Ed. Facsímil, M. Fernández Álvarez, Madrid, 1982.

Escudo de Armas de Felipe II a Carlos II.svg
«Escudo de Armas de Felipe II a Carlos II» por Miguillen - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia GFDL vía Wikimedia Commons.

martes, 1 de septiembre de 2015

Tema 9(1º). La evolución humana: líneas generales y dificultades

       Este texto recoge muy bien la dificultad que están teniendo los antropólogos para poner orden y clasificar científicamente los restos fósiles de las distintas especies que conforman el pasado de la especie humana. Las líneas generales son fáciles de entender pero... ¿qué pasa cuando entramos en detalle?

Homo ergaster.jpg
«Homo ergaster» por No machine readable author provided. Luna04~commonswiki assumed (based on copyright claims). - No machine readable source provided. Own work assumed (based on copyright claims).. Disponible bajo la licencia CC BY 2.5 vía Wikimedia Commons.
<<El gran cuadro de la evolución humana está bien establecido a grandes rasgos. Hace seis millones de años, los chimpancés y nosotros éramos la misma cosa, pero poco después nos separamos en dos ramas. Nuestra rama empezó por evolucionar hacia los australopitecos, con un volumen craneal similar a los chimpancés (medio litro, redondeando). Hace más de dos millones de años (la cifra exacta es uno de los temas que están en discusión) evolucionó nuestro género, Homo, que duplicó la caja hasta un litro. El litro y medio de nuestra especie, el Homo sapiens, solo llegó hace 200.000 años, y después empezó lo que llamamos historia.>>
>>Pero los detalles han resultado farragosos y complicados. Lo que los naturalistas antiguos habrían esperado como una parsimoniosa y gradual transición del australopit (abreviatura de moda en el sector) al homo ha cristalizado en un atasco de especies con nombres diversos (Homo ergaster, Homo habilis, Homo erectus, Paranthropus aethiopicus, neandertales y preneandertales, por citar solo a los más pronunciables) y morfologías realmente muy variadas, con lo que parecen mezclas de rasgos ancestrales y augurios del futuro.>>
SAMPEDRO, Javier, "Evolución humana: empezar de cero" en El País, Madrid, 28-8-2015. elpais.com/elpais/2015/08/28/ciencia/1440781472_978467.html

sábado, 29 de agosto de 2015

Tema 11(1º). Texto de la Odisea: Odiseo (Ulises) y las Sirenas

    La Odisea de Homero constituye uno de las grandes obras de la literatura occidental. Una vez superamos su reiteración poética y la sobrecarga de epítetos se convierte en una lectura atrayente y motivante. Cuesta imaginarse a un hombre de hace más de 2.800 años utilizando, junto con arcaismos no exentos de torpeza (faltan diálogos fluidos), recursos literarios que podemos considerar muy modernos (como el feedback). Es un libro fantástico de viajes, de crueldad guerrera, de reyes y nobles generosos con sus huéspedes, de dioses vengativos y caprichosos pero también con cierto sentido de la moralidad...
    En el centro de todo Odiseo, Ulises romano. Este se convierte para los griegos en el arquetipo del héroe. Fuerte y heroico al tiempo que astuto y rico en ardides. El libro nos muestra a un superviviente que no duda en matar, bajar a los infiernos (el Hades) o pedir ayuda, engañando si es preciso, para alcanzar su preciado sueño: volver a un hogar del que lleva separado veinte años. Os pongo un fragmento de uno de sus cantos, el más famoso quizás: el de las Sirenas. En él el héroe cuenta sus hazañas con estos seres mitológicos a un auditorio deseoso de escuchar sus aventuras: al rey Alcinoo y los nobles feacios que le han acogido.
    Sólo me surge una duda sobre esta y otras aventuras detalladas por Odiseo. ¿Las vivió realmente o solo las inventa para ganarse el favor de su público? En el libro se da por sentado que son realidad pero llama la atención, posteriormente, la facilidad con la que el protagonista se inventa historias semejantes para alcanzar sus fines: mintiendo a su fidelísimo porquero pero también a la mismísima diosa Atenea (la cual como diosa de la sabiduría le es propicia). Querióndolo o no el autor, el mítico Homero, deja a su lector en duda.


Odysseus Sirens BM E440 n2.jpg
«Odysseus Sirens BM E440 n2» por English: Siren Painter (eponymous vase) - Jastrow (2006). Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.
«Entonces dije a mis compañeros con corazón acongojado:
«"Amigos, es preciso que todos -y no sólo uno o dos conozcáis las predicciones que me ha hecho Circe, la divina entre las diosas. Así que os las voy a decir para que, después de conocerlas, perezcamos o consigamos escapar evitando la muerte y el destino.
«"Antes que nada me ordenó que evitáramos a las divinas Sirenas y su florido prado. Ordenó que sólo yo escuchara su voz; mas atadme con dolorosas ligaduras para que permanezca firme allí, junto al mástil; que sujeten a éste las amarras, y si os suplico o doy órdenes de que me desatéis, apretadme todavía con más cuerdas."
«Así es como yo explicaba cada detalle a mis compañeros.
«Entretanto la bien fabricada nave llegó velozmente a la isla de las dos Sirenas -pues la impulsaba próspero viento-. Pero enseguida cesó éste y se hizo una bonanza apacible, pues un dios había calmado el oleaje.
«Levantáronse mis compañeros para plegar las velas y las pusieron sobre la cóncava nave y, sentándose al remo, blanqueaban el agua con los pulimentados remos.
«Entonces yo partí en trocitos, con el agudo bronce, un gran pan de cera y lo apreté con mis pesadas manos. Enseguida se calentó la cera -pues la oprimían mi gran fuerza y el brillo del soberano Helios Hiperiónida- y la unté por orden en los oídos de todos mis compañeros. Éstos, a su vez, me ataron igual de manos que de pies, firme junto al mástil -sujetaron a éste las amarras- y, sentándose, batían el canoso mar con los remos.
«Conque, cuando la nave estaba a una distancia en que se oye a un hombre al gritar en nuestra veloz marcha-, no se les ocultó a las Sirenas que se acercaba y entonaron su sonoro canto:
«"Vamos, famoso Odiseo, gran honra de los aqueos, ven aquí y haz detener tu nave para que puedas oír nuestra voz. Que nadie ha pasado de largo con su negra nave sin escuchar la dulce voz de nuestras bocas, sino que ha regresado después de gozar con ella y saber más cosas. Pues sabemos todo cuanto los argivos y troyanos trajinaron en la vasta Troya por voluntad de los dioses. Sabemos cuanto sucede sobre la tierra fecunda."
«Así decían lanzando su hermosa voz. Entonces mi corazón deseó escucharlas y ordené a mis compañeros que me soltaran haciéndoles señas con mis cejas, pero ellos se echaron hacia adelante y remaban, y luego se levantaron Perimedes y Euríloco y me ataron con más cuerdas, apretándome todavía más.
«Cuando por fin las habían pasado de largo y ya no se oía más la voz de las Sirenas ni su canto, se quitaron la cera mis fieles compañeros, la que yo había untado en sus oídos, y a mí me soltaron de las amarras.
»
HOMERO, Odisea, siglos IX-VIII a.C.

martes, 14 de julio de 2015

Tema 1(2º). Texto sobre las fases de la civilización islámica

<<Las principales fases de la evolución histórica del Islam, según han estudiado F. Braudel y M. Rodinson, entre otros, han sido:
1º) En el siglo VII tiene su origen y los comienzos de su formación estatal entre el pueblo árabe con la acción de Mahoma y el gobierno sucesivo de los primeros Califas y los Omeyas que ponen la base de su expansión y la creación del gran Imperio;
2º) Después el siglo VIII hasta el siglo XII con los Abbasidas es la época de esplendor y plenitud del Califato, en su mayor expansión geográfica, alcanzando un gran desarrollo político, científico, filosófico y religioso, llegando a ser la civilización más brillante de todo el Viejo Mundo;
3º) Entre los siglos XII y XVI sufre la civilización islámica un estancamiento y retroceso motivado por disgregaciones y divisiones políticas internas y por conflictos externos, aunque se mantiene vigorosa, superando los problemas existentes;
4º) Desde el siglo XVI se produce una nueva época de plenitud del Islam representada políticamente por el desarrollo del Imperio turco, pueblo musulmán pero no árabe al que domina, y que vuelve a caer en crisis a finales del siglo XVIII;
5º) Durante el siglo XIX y comienzos del XX vive una nueva fase de decadencia relacionada con el paulatino hundimiento del Imperio turco, las divisiones entre los distintos pueblos islámicos y árabes, y la acción dominante del colonialismo europeo que acaba por imponerse totalmente al Islam, situación que se extiende hasta el período de entreguerras, entre la Primera y Segunda Guerra Mundial;
6º) A partir de la Primera Guerra Mundial se inicia un nuevo período, ya el del resurgimiento del pueblo árabe y el de la renovación del mundo islámico no árabe que supone los comienzos de la revolución y descolonización del Islam, y su acceso a un estado de soberanía e independencia, pero también de conflictos y división interna.>>
MARTÍNEZ CARRERAS, José U., Historia de la descolonización 1919-1986. Las independencias de Asia y África, Madrid, Istmo, 1987, pp. 32 y 33.
Islam by country.png
«Islam by country». Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

Tema 1(2º). Texto sobre el Imperio otomano: extensión y riqueza religiosa y cultural

<<En 1650, el Imperio otomano ocupaba tierras de Europa, Asia y África. En Europa, el territorio otomano abarcaba la mayor parte de la península balcánica, al sur de los ríos Danubio y Sava, y las tierras de Hungría central al norte. Los principados de Transilvania, Valaquia, Moldavia y Crimea, que se extienden entre Hungría y el mar Negro, eran tributarios del sultán otomano. En Asia, el imperio se extendía al este desde el Bósforo hasta la frontera montañosa con Irán, y al sur hasta la cabecera del golfo Pérsico y hasta Yemen, en el suroeste de la península Arábiga. En África, la tierras del imperio comprendían parte del litoral occidental del mar Rojo, la rica provincia de Egipto y los puestos avanzados semiautónomos de Trípoli, Túnez y Argel. En el Mediterráneo, Chipre y la mayoría de las islas del archipiélago egeo eran posesiones otomanas. En 1669, también lo era Creta.>>
>>En el siglo XVII los europeos, como siguen haciéndolo hoy, normalmente se referían a este imperio como el <<Imperio turco>>, y a su pueblo -o por lo menos a la población musulmana como <<turcos>>. No obstante, estas designaciones son correctas en parte. La población del imperio era heterogénea en su religión, su lengua y su estructura social. Siendo la fe de los sultanes y la élite gobernante, el islam constituía la religión dominante, pero las iglesias ortodoxas griega y armenias conservaban un lugar importante dentro de la estructura política del imperio y atendían a grandes poblaciones cristianas que, en muchas zonas, excedían en número a los musulmanes. Había también una población considerable de judíos otomanos. A consecuencia del asentamiento allí de los judíos expulsados de España en 1492, Tesalónica se había convertido en la ciudad con la mayor población judía del mundo. Aparte de estos grupos provinciales, había muchas otras comunidades cristianas y no cristianas, como los maronitas y los drusos del Líbano. Los grupos lingüísticos eran tan diversos y solapados como las comunidades religiosas. En la península balcánica, los que hablaban eslavo, griego y albanés eran indudablemente mayoría, pero además de ellos había minorías importantes de turcos y valacos que hablaban romance. En Anatolia, el turco era la lengua mayoritaria, pero era también una región de habla griega y armenia y, en el este y el sudeste, kurda. En Siria, Irak, Arabia, Egipto  y el norte de África, la mayor parte de la población hablaba dialectos del árabe y, por encima de esta, la élite turcoparlante. Sin embargo, en ninguna provincia del imperio existía un único idioma. [...]>>
IMBER, Colin, El Imperio otomano 1300-1650, Barcelona, Ediciones B, 2005, pp. 17 y 18.
OttomanEmpireIn1683.png
«OttomanEmpireIn1683» por Atilim Gunes Baydin - Self drawn, mainly based on Robert Mantran (ed.), Histoire de l'Empire Ottoman, Paris: Fayard (1989), also en:List of Ottoman Empire dominated territories, Image:Ottoman 1683.png, [1], and [2]. Background map modified from Image:A large blank world map with oceans marked in blue.svg.
The factual accuracy of this description or the file name is disputed.
Reason: Please see the relevant discussion on the talk page.. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.
Ottoman small animation.gif
«Ottoman small animation» por Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

miércoles, 22 de abril de 2015

Tema 11(1º). Texto sobre mitología griega (saga de Percy Jackson)

Entre los muchos mitos de la mitología griega uno de ellos, no de los más importante, es el de Narciso y Eco. Como todos los mitos los seres humanos se convierten en juguetes de los dioses y diosas que para colmo castigan su defectos y vicios. En este caso, Narciso "desgraciadamente" era tan guapo que estaba enamorado de sí mismo y no podía dejar de observar su imagen en el lago. Por otro lado estaba su enamorada Eco castigada por la diosa Hera a repetir las últimas frases de lo que dijese su interlocutor.
Os pongo un  texto del novelista juvenil Rick Riordan donde sus protagonistas Hazel y Leo se encuentran a ambos personajes bastante actualizados. Confieso que los he leido todos los de la saga y me parecen extraordinarios.
    <<Encontraron el problema… si una pandilla de chicas guapas es un problema. Eco los llevó hasta un prado con la forma del cráter de una explosión, que tenía una pequeña charca en medio. Reunidas en la orilla del agua había varias docenas de ninfas. Por lo menos, Leo supuso que eran ninfas. Al igual que las del Campamento Mestizo, llevaban vestidos de gasa. Tenían los pies descalzos. Poseían rasgos de duende, y su piel tenía un tono ligeramente verdoso.
    Leo no entendía qué estaban haciendo, pero todas estaban congregadas en el mismo sitio, mirando hacia la charca y abriéndose paso a empujones para ver mejor. Varias sostenían móviles con cámara, tratando de hacer fotos por encima de las cabezas de las otras. Leo nunca había visto a ninfas con teléfonos. Se preguntó si estaban mirando un cadáver. De ser así, ¿por qué daban saltos y se reían con tanto entusiasmo?
   —¿Qué están mirando? —preguntó Leo.
   —Mirando —dijo Eco suspirando.
   —Solo hay una forma de averiguarlo. —Hazel avanzó resueltamente y empezó a abrirse paso a empujones entre el grupo—. Disculpad. Perdón.
   —¡Eh! —se quejó una ninfa—. ¡Nosotras estábamos antes!
   —Sí —dijo otra despectivamente—. Vosotros no le vais a interesar.
   La segunda ninfa tenía unos grandes corazones rojos pintados en las mejillas. Encima del vestido llevaba una camiseta de manga corta en la que ponía: ¡¡¡I <3 !!!
   —Ejem, asuntos de semidioses —dijo Leo, tratando de parecer solemne—. Haced sitio. Gracias.
     Las ninfas gruñeron, pero se separaron y les dejaron ver a un joven arrodillado en la orilla de la charca que miraba fijamente el agua.
     Leo normalmente no prestaba atención al aspecto de los demás chicos. Suponía que era el resultado de andar con Jason: alto, rubio, fuerte y básicamente todo lo que Leo no podría ser jamás. Leo estaba acostumbrado a que las chicas no se fijaran en él. Como mínimo, sabía que nunca conseguiría a una chica por su belleza. Esperaba que su personalidad y su sentido del humor compensaran ese aspecto algún día, aunque estaba claro que hasta el momento no había dado resultado.
     En cualquier caso, Leo no pudo pasar por alto el hecho de que el chico de la charca era un tío superguapo. Tenía los rasgos faciales marcados y unos labios y unos ojos a medio camino entre la belleza femenina y el atractivo masculino. El cabello moreno le caía sobre la frente. Podría haber tenido diecisiete o veinte años, era difícil saberlo, pero tenía la constitución de un bailarín, con brazos largos y gráciles y piernas musculosas, una postura perfecta y un aire de serenidad regia. Llevaba una sencilla camiseta blanca y unos tejanos, y un arco y un carcaj sujetos con correas a la espalda. Saltaba a la vista que las armas no habían sido usadas desde hacía tiempo. Las flechas estaban cubiertas de polvo. Una araña había tejido una tela sobre el arco.
     A medida que Leo se acercaba, reparó en que la cara del chico era extrañamente dorada. Con la puesta de sol, la luz se reflejaba en una gran lámina lisa de bronce celestial situada en el fondo de la charca y bañaba las facciones de don Guaperas de un cálido fulgor.
     El chico parecía fascinado con su reflejo en el metal.
     Hazel inspiró bruscamente.
     —Qué bueno está.
    Alrededor de ella, las ninfas chillaron y asintieron aplaudiendo.
    —Así es —murmuró el joven con aire soñador, sin apartar la mirada del agua—. Estoy buenísimo.
    Una de las ninfas mostró la pantalla de su iPhone.
    —El último vídeo que ha subido a YouTube ha recibido un millón de visitas en hará cosa de una hora. ¡Creo que la mitad han sido mías!
    Las otras ninfas se echaron a reír como tontas.
    —¿Un vídeo de YouTube? —preguntó Leo—. ¿Qué hace en el vídeo, cantar?
    —¡No, tonto! —lo reprendió la ninfa—. Antes era un príncipe y un cazador maravilloso y tal. Pero eso no importa. Ahora solo… ¡En fin, mira!
     Le enseñó a Leo el vídeo. Era exactamente lo que estaban viendo en la vida real: el chico mirándose en la charca.
    —¡Está suuuuuupercañón! —dijo otra chica.
    En su camiseta de manga corta se leía: SEÑORA DE NARCISO.>>
RIORDAN, Rick, La marca de Atenea, Barcelona, Montena, 2013, pp. 67-69.

martes, 21 de abril de 2015

Tema 3(2º). Texto sobre la rotación de cultivos

<<Durante siglos los agricultores habían sabido que, si sembraban el mismo cultivo en la misma tierra un año tras otro, acabarían agotando el suelo. La solución tradicional a esta dificultad era dividir la tierra, plantando la mitad en otoño para cosechar en primavera y dejando la otra mitad en barbecho. En las tierras secas y poco densas del Mediterráneo, éste continuó siendo el patrón de cultivo más común durante la Edad Media. No obstante, en los suelos húmedos y fértiles del norte de Europa, los agricultores descubrieron poco a poco que un sistema de rotación de cultivos de tres campos podía producir un incremento sostenible en la producción agrícola general. Con este sistema se dejaba en barbecho un tercio de la tierra, que a menudo se utilizaba para pasto con el fin de que los excrementos de los animales fertilizaran el suelo; otro tercio se plantaba con trigo o centeno de invierno, que se sembraba en otoño y se cosechaba a comienzos del verano; y el tercio restante se plantaba con otro cultivo (por lo general, avena o cebada, pero a veces legumbres o plantas forrajeras, como alfalfa, trébol o algarroba) que podía sembrarse en primavera y cosecharse en otoño. De este modo, los campos se rotaban en un ciclo de tres años.>>
>>Este sistema aumentó inmediatamente del 50 al 67 por ciento la cantidad de tierra cultivada en un año. No menos importante, también produjo mayores rendimientos por hectárea de trigo y centeno, sobre todo si las legumbres o las plantas forrajeras (que reemplazan el nitrógeno que el trigo y el centeno filtran del suelo) formaban parte regular del patrón de rotación de cultivos. Con dos estaciones de cultivo separadas, el sistema proporcionaba cierta seguridad contra la pérdida por desastres naturales. También produjo nuevos tipos de alimentos. La avena la podían consumir tanto los humanos como los caballos, mientras que las legumbres proporcionaban una fuente de proteínas para equilibrar la principal ingesta de hidratos de carbono de cereales provenientes del pan y la cerveza, los dos elementos básicos de la dieta campesina. El forraje adicional posibilitó sostener más animales y más sanos, lo que aumentaba el rendimiento del arado, diversificaba la economía del señorío y proporcionaba una fuente adicional de proteínas en la dieta humana mediante la carne y la leche. El nuevo sistema de rotación de cultivos también ayudó a distribuir mejor la labranza a lo largo del año, y permitió así una atención más cuidadosa al control de las malas hierbas, al abono con cal y a la fertilización de los campos comunes.>>
COFFIN, JUDITH G. y STACEY, ROBERT C., Breve historia de Occidente. Las civilizaciones y las culturas, Barcelona, Planeta, 2012, p. 355
Les Très Riches Heures du duc de Berry juin.jpg
«Les Très Riches Heures du duc de Berry juin» por Hermanos Limbourg - R.M.N. / R.-G. Ojéda. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.

domingo, 19 de abril de 2015

Tema 13(1º). Texto sobre el origen de Roma y los romanos: Eneas y los fugitivos troyanos

Los mitos sobre el origen de Roma y los romanos no se limita a la historia fantástica de los dos hermanos fundadores, Rómulo y Remo. Como ocurría con los "héroes" griegos estos serían descendientes de mortales y dioses/as. Además su divinidad les otorgaría un destino "heroico", como el de los griegos Aquiles o Teseo, que se plasmaría en su participación en hechos míticos. El más insigne antepasado romano sería el príncipe/héroe troyano Eneas, miembro por parte de padre de la casa real troyana e hijo de la diosa Venus/Afrodita. Éste sería uno de los pocos supervivientes tras la conquista de Troya por la griegos. A partir de ahí iniciaría una odisea que le llevaría a convertirse en rey de la región italiana del Lacio (Centro-Oeste, donde se encuentra Roma). Igualmente su hijo Ascanio, también llamado Julo, se convertiría en antepasado de la familia Julia, a la que pertenecían Julio César y su sobrino nieto Octavio (Augusto). De esta manera no sólo Eneas y los fugitivos troyanos serían los antepasados de los romanos sino que uno de ellos, nieto de la diosa Venus, estaría entre los antepasados del primer emperador de Roma. No sería casualidad que Augusto financiase e impulsase la obra poética de Virgilio en la que, siguiendo el modelo homérico, narraba las hazañas de Eneas y sus compañeros: "La Eneida".
Todo ello queda plasmado de forma explícita en la Eneida cuando el dios Júpiter/Zeus le explica a su hija Venus qué destino le está reservado a Eneas. El texto no es una cita original de la obra virgiliana pero recoge con bastante exactitud lo señalado en ella.

Depón el miedo, hija, el destino de tus protegidos sigue inmutable. Los muros de Lavinio [la ciudad que fundarían los fugitivos troyanos] se levantarán en Italia; en una guerra feroz, Eneas vencerá, dominará a pueblos altivos y establecerá la ley y el orden. Por espacio de tres años reinará en el Lacio [región del Centro-Oeste de Italia] su hijo Ascanio o Julo, y trasladará la sede del reino de Lavinio a Alba Longa. Durante tres siglos ocupará allí el trono la estirpe de Príamo [último rey de Troya], hasta que una sacerdotisa de Vesta (Hestia), de la casa real, tendrá dos hijos gemelos del dios de la guerra [Marte/Ares]. De ellos, uno, Rómulo, amamantado por una loba, levantará nuevos muros a su padre Marte (Ares) y será fundador del pueblo romano, al cual haré yo dueño del mundo sin oponer ningún obstáculo a su poder. La misma Juno [Hera], que actualmente atormenta a tu hijo, se reconciliará con sus nietos [al ser hijos de Marte/Ares Rómulo y Remo serían también nietos de Juno/Hera] y, junto conmigo, los protegerá, y el más grande de los romanos será un descendiente de ese Julo, y se llamará Julio [Será Julio César, tío abuelo de Augusto]. Su gloria se elevará hasta la estrellas, y él, descendiente tuyo, hija mía, será acogido en el cielo entre los dioses. Tras las guerras, los hombres gozarán de eterna paz [la pax romana], férreos cerrojos cerrarán las puertas de la discordia, que, aherrojada con cien cadenas, rechinará en vano con sus dientes sangrantes.
SCHWAB, Gustav, Las más bellas leyendas de la antigüedad clásica, Barcelona, Labor, 1959, p. 694.
Aeneas and Turnus.jpg
"Aeneas and Turnus" by Luca Giordano - http://imagencpd.aut.org/4DPict?file=20&rec=34.891&field=2 06/12/2008. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons.

sábado, 18 de abril de 2015

Tema 9(2º). Texto sobre la conquista de América por los españoles, de Eduardo Galeano

<<Había de todo entre los indígenas de América: astrónomos y caníbales, ingenieros y salvajes de la Edad de Piedra. Pero ninguna de las culturas nativas conocía el hierro ni el arado, ni el vidrio ni la pólvora, ni empleaba la rueda. La civilización que se abatió sobre estas tierras desde el otro lado del mar vivía la explosión creadora del Renacimiento. América aparecía como una invención más, incorporada junto con la pólvora, la imprenta, el papel y la brújula al bullente nacimiento de la Edad Moderna. El desnivel de desarrollo de ambos mundos explica en gran medida la relativa facilidad con que sucumbieron las civilizaciones nativas. Hernán Cortés desembarcó en Veracruz acompañado por no más de cien marineros y 508 soldados; traía 16 caballos, 32 ballestas, diez cañones de bronce y algunos arcabuces, mosquetes y pistolones. Y sin embargo, la capital de los aztecas, Tenochtitlán, era por entonces cinco veces mayor que Madrid y duplicaba la población de Sevilla, la mayor de las ciudades españolas. Francisco Pizarro entró en Cajamarca con 180 soldados y 37 caballos.>>
>>Los indígenas fueron, al principio, derrotados por el asombro. El emperador Moctezuma recibió, en su palacio, las primeras noticias: un cerro grande andaba moviéndose por el mar, Otros mensajeros llegaron después: «...mucho espanto le causó el oír cómo estalla el cañón, cómo retumba su estrépito, y cómo se desmaya uno; se le aturden a uno los oídos. Y cuando cae el tiro, una como bola de piedra sale de sus entrañas: va lloviendo fuego...». Los extranjeros traían «venados» que los soportaban «tan alto como los techos». Por todas partes venían envueltos sus cuerpos, «solamente aparecen sus caras. Son blancas, son como si fueran de cal. Tienen el cabello amarillo, aunque algunos lo tienen negro. Larga su barba es...». Moctezuma creyó que era el dios Quetzalcóatl quien volvía. [...].>>
>>Los dioses vengativos que ahora regresaban para saldar cuentas con sus pueblos traían armaduras y cotas de malla, lustrosos caparazones que devolvían los dardos y las piedras; sus armas despedían rayos mortíferos y oscurecían la atmósfera con humos irrespirables. Los conquistadores practicaban también, con habilidad política, la técnica de la traición y la intriga. Supieron explotar, por ejemplo, el rencor de los pueblos sometidos al dominio imperial de los aztecas y las divisiones que desgarraban el poder de los incas. Los tlaxcaltecas fueron aliados de Cortés, y Pizarro usó en su provecho la guerra entre los herederos del imperio incaico, Huáscar y Atahualpa, los hermanos enemigos. Los conquistadores ganaron cómplices entre las castas dominantes intermedias, sacerdotes, funcionarios, militares, una vez abatidas, por el crimen, las jefaturas indígenas más altas. Pero además usaron otras armas o, si se prefiere, otros factores trabajaron objetivamente por la victoria de los invasores. Los caballos y las bacterias, por ejemplo.>>
>>Los caballos habían sido, como los camellos, originarios de América pero se habían extinguido en estas tierras. Introducidos en Europa por los jinetes árabes, habían prestado en el Viejo Mundo una inmensa utilidad militar y económica. Cuando reaparecieron en América a través de la conquista, contribuyeron a dar fuerzas mágicas a los invasores ante los ojos atónitos de los indígenas. Según una versión, cuando el inca Atahualpa vio llegar a los primeros soldados españoles, montados en briosos caballos ornamentados con cascabeles y penachos, que corrían desencadenando truenos y polvaredas con sus cascos veloces, se cayó de espaldas. El cacique Tecum, al frente de los herederos de los mayas, descabezó con su lanza el caballo de Pedro de Alvarado, convencido de que formaba parte del conquistador: Alvarado se levantó y lo mató. Contados caballos, cubiertos con arreos de guerra, dispersaban las masas indígenas y sembraban el terror y la muerte. «Los curas y misioneros esparcieron ante la fantasía vernácula», durante el proceso colonizador, «que los caballos eran de origen sagrado, ya que Santiago, el Patrón de España, montaba en un potro blanco, que había ganado valiosas batallas contra los moros y judíos con ayuda de la Divina Providencia».>>
>>Las bacterias y los virus fueron los aliados más eficaces. Los europeos traían consigo, como plagas bíblicas, la viruela y el tétanos, varias enfermedades pulmonares, intestinales y venéreas, el tracoma, el tifus, la lepra, la fiebre amarilla, las caries que pudrían las bocas. La viruela fue la primera en aparecer. ¿No sería un castigo sobrenatural aquella epidemia desconocida y repugnante que encendía la fiebre y descomponía las carnes? «Ya se fueron a meter en Tlaxcala. Entonces se difundió la epidemia: tos, granos ardientes, que queman», dice un testimonio indígena, y otro: «A muchos dio la muerte la pegajosa, apelmazada, dura enfermedad de granos». Los indios morían como moscas; sus organismos no oponían defensas ante las enfermedades nuevas. Y los que sobrevivían quedaban debilitados e inútiles. El antropólogo brasileño Darcy Ribeiro estima que más de la mitad de la población aborigen de América, Australia y las islas oceánicas murió contaminada luego del primer contacto con los hombres blancos.>>
GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Madrid, Siglo XXI, 1980, pp. 23-26.
Eduardo Galeano (Feria del Libro de Madrid, 31 de mayo de 2008).jpg
«Eduardo Galeano (Feria del Libro de Madrid, 31 de mayo de 2008)» por Mr. Tickle - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

jueves, 16 de abril de 2015

Tema 11(1º). Texto sobre la polis: origen y partes

<<Las poleis diferían ampliamente en tamaño y organización. Sin embargo, desde el punto de vista estructural, en su mayoría, estaban organizadas en torno a un centro político y social conocido como el asty, donde se celebraban el mercado y las reuniones importantes y se resolvían al aire libre los asuntos cruciales de la polis. Rodeando al asty urbanizado estaba la chora, la «tierra». La chora de una polis grande podía sostener a otros pueblos además del asty, así como a numerosas aldeas; por ejemplo, todos los residentes del territorio completo de Ática eran considerados ciudadanos de Atenas. La vasta mayoría de los atenienses eran, de este modo, campesinos que podían acudir al asty para participar en los asuntos de su polis, pero que no residían en el centro urbano.
>>Synoikismos (o sinecismo, «reunión de las moradas») fue el modo de describir el proceso de las primeras formaciones de polis partiendo de la unión de aldeas y ciudades más pequeñas. Podía producirse por conquista o absorción, o mediante el lento proceso de trabajo mutuo y acomodación entre comunidades vecinas. Qué espoleó el sinecismo es asunto de debate. Algunas poleis se conformaron en torno a cumbres defendibles como la Acrópolis en Atenas. Puede que los griegos también copiaran una práctica de Oriente Próximo (y fenicia en particular) de ubicar un centro urbano alrededor del recinto de un templo. Sin embargo, en Grecia el templo central de una polis no siempre estaba situado dentro de las murallas de la ciudad; en Argos, por ejemplo, el ingente templo a Hera se encontraba a varios kilómetros de cualquier asentamiento considerable. Además, en muchas ciudades griegas la edificación del templo puede haber sido consecuencia de la formación de la polis y no su causa, cuando las élites competían entre sí para exaltar a su polis y cubrirse de gloria. Como era habitual en la vida griega en general, probablemente no existiera un patrón estandarizado en virtud del cual cobraron forma las primeras poleis.>>
COFFIN, JUDITH G. y STACEY, ROBERT C., Breve historia de Occidente. Las civilizaciones y las culturas, Barcelona, Planeta, 2012, p. 125.
Nicopolis synoecism.svg
"Nicopolis synoecism". Licensed under CC BY 2.5 via Wikimedia Commons.

domingo, 12 de abril de 2015

Tema 10(1º). Textos ADAPTADOS sobre los imperios de Mesopotamia: Akkad, Babilonia, Asiria y Persia

Texto sobre el Reino de Akkad: Sargón y Naram Sin.
   En las inscripciones antiguas aparece la ciudad de Acad, que también puede ser citada como Akkad o Acade. Se desconoce su emplazamiento exacto, pero es probable que también estuviera a orillas del río Éufrates, a unos 220 kilómetros corriente arriba de la ciudad sumeria de Uruk o Ereg. La ciudad dio su nombre a la región del Tigris-Éufrates que se encontraba al norte de Sumer, que se conoció por tanto com como Acad.
  Los acadios que habitaron esas regiones aguas arriba no se identificaron con los sumerios, aunque adoptaron su cultura. Por ejemplo hablaban una lengua distinta, de la familia semítica, a la lengua sumeria que no es semítica y  carece de parentesco lingüístico conocido.
  Al principio, los acadios estuvieron sometidos al dominio sumerio, pero hacia el 2280 aC, un hombre llamado Sharrukin («rey justiciero», en acadio) llegó al poder y estableció su capital en la ciudad de Acad. Para nosotros, ese rey es conocido como Sargón de Acad. Hacia el 2264 aC derrotó al rey Lugal Zaggisi conquistando así toda Sumer y fundando el imperio acadio. El nieto de Sargón, Naram Sin, siguió extendiendo el imperio, que alrededor del 2180 aC alcanzó su punto culminante.
  Pero alrededor del 2150 aC, poco después de la muerte de Naram Sin, bárbaros procedentes de las montañas orientales invadieron y conquistaron la región Tigris-Éufrates, acabando con el imperio acadio.
ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Laia, 1985, págs. 44 y 45.

Texto sobre Babilonia: capital de Mesopotamia.
  La ciudad de Babel estaba emplazada sobre el río Éufrates, a unos sesenta kilómetros de Acad corriente abajo. Durante un milenio fue un lugar pequeño y poco notable, mientras que, más abajo del río, las ciudades-estado sumerias florecían y el imperio acadio surgía y declinaba.
  Sin embargo, cuando los sumerios se encontraban en su último período de gloria, otro grupo de pueblos del medio Éufrates, los amorreos o amoritas, conquistaron Babel hacia el 1900 aC convirtiéndola en capital de un imperio en expansión.
  Bajo el sexto rey de la dinastía amorrea, Hammurabi, que reinó hacia el 1700 aC, Babel se convirtió en una metrópolis o gran ciudad mundial y siguió siéndolo durante dos mil años, a pesar de que fue conquistada y saqueada con frecuencia. En realidad, fue la ciudad más brillante del Oriente durante la época del Antiguo Testamento, y nosotros la conocemos mejor por la versión griega de su nombre: Babilonia. Toda la región Tigris-Éufrates se conoce comúnmente como Babilonia, que recibió su nombre de esa ciudad.
ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Laia, 1985, pág. 45.

Texto sobre el Imperio Asirio: antiguo, medio y nuevo.
  En tiempos de Abraham, Asiria era un reino rico y floreciente con intereses mercantiles, y a veces se llama «antiguo imperio asirio» a esa etapa de su historia. Pero en los siglos siguientes le resultó difícil sobrevivir bajo la presión de las grandes imperios de la época: Egipto, los hititas y los mitani.
  Sólo tras la destrucción y la anarquía provocadas por la llegada de los Pueblos del Mar en torno al 1200 aC, se le presentó a Asiria otra oportunidad. Con los reinos hitita y mitani prácticamente destruidos por la invasión y un Egipto debilitado y expulsado de Asia, Asiria dio un paso adelante.
  Hacia el 1200 aC, mientras los, israelitas se abrían paso hacia Canán, el rey asirio Tukulti Ninurta conquistó Babilonia (la ciudad y el territorio que dominaba), abriendo un período denominado «imperio medio asirio». El imperio medio alcanzó la cima de su poder con Teglatfalasar I, que reinó del 1116 al 1078 aC,.
  Teglatfalasar I llevó sus conquistas hacia el oeste, y fue el primer monarca asirio en llegar al Mediterráneo por la región norte de Canán.
  El dominio asirio en el Mediterráneo no era fuerte y, tras la muerte de Teglatfalasar se produjo cierta decadencia. Las tribus arameas, originarias de la Península Arábiga, invadieron sus dominios, rechazaron a los asirios y acabaron con el imperio medio
  Asiria volvió a renacer. En el 883 aC, un poderoso soberano asirio, Asurnasipal, accedió al trono y fundó el «nuevo imperio asirio». Reorganizó el ejército y utilizó al máximo las armas y corazas de hierro. Eran mucho más baratas que las de bronce y permitieron a los asirios pertrechar a un numeroso ejército de infantería que aplastara a las filas enemigas, más ligeras y especializadas en el uso de carros.
  Asurnasipal también inició una política de crueldad extrema. Los habitantes de las ciudades conquistadas eran ferozmente torturados hasta la muerte. Ello podría ser consecuencia del sadismo innato del rey o de una política deliberada para debilitar la voluntad del enemigo por medio del terror. Si éste era el caso, tuvo éxito, pues Asurnasipal restableció el imperio de Teglatfalasar I, que volvió a llegar al Mediterráneo.
ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Laia, 1985, págs. 333 y 334.

Texto sobre el Imperio Persa de Ciro y Darío.
<<-El imperio persa, que los griegos admiraban y temían porque era el más grande y fuerte del mundo entero –prosiguió Herodoto-, tenía su corazón en Irán, al norte de Mesopotamia y se extendía desde el mar Egeo, en el Mediterráneo, hasta Afganistán.>>
>>[…]>>
>>-Todo había comenzado en tiempos del valeroso e inteligente Ciro, cuando el pueblo montañés de los persas inició una sorprendente carrera de conquistas por Oriente, coronada con el asalto a Babilonia. Tras adueñarse de toda Mesopotamia –siguió Herodoto-, los persas se apoderaron de Egipto. Eso ocurrió en el 525 a.C., después de que Ciro ya hubiera muerto.>>
>>[…]>>
>>-Los persas –dijo Herodoto- alcanzaron la cima de su poder poco después, durante el reinado de Darío, entre el 522 y 486 a.C. Fue este rey de reyes quien aumentó las conquistas de sus antecesores y organizó el inmenso imperio, que ya se alargaba desde el Nilo hasta la India y desde el mar de Aral hasta el Golfo Pérsico. Nunca ningún rey había dominado tan extenso territorio. Por ello, para poder gobernar su imperio con eficacia, Darío lo dividió en muchas regiones. Puso cada una a cargo de un noble persa, y a éstos bajo la vigilancia de inspectores y espías reales: los llamados ojos de Darío.>>
>>[…]>>
>>-Darío también hizo construir caminos –prosiguió Herodoto-. Y a lo largo de esos caminos creó un sistema de mensajeros a caballo para transmitir sus órdenes a cualquier parte del imperio. Y no había nada en el mundo que llegara más pronto que estos mensajeros. Ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor ni las tinieblas de la noche impidieron jamás a los jinetes que llevaban el correo hacer el recorrido que les correspondía. El primer mensajero cabalgaba los suyo, transmitía las órdenes al segundo, éste al tercero, y así sucesivamente, hasta llevar la noticia a su destino, igual que los atletas corren la carrera de relevos hasta llegar a la meta.>>
GARCÍA CORTAZAR, Fernando, Pequeña historia del mundo, Madrid, Espasa, 2013, págs. 48 y 49.

martes, 31 de marzo de 2015

Tema 3(2º). Texto sobre los burgueses y el comercio en el siglo XII

      <<[...] Salomón y Eliadar formaban una pareja formidable que tenía los ojos puestos en todo el Mediterráneo. Igual que Romano Mairano, Salomón estaba dispuesto a viajar hasta los rincones más remotos en busca de riqueza, y en 1156, la pareja se sintió atraída por la llamada de las oportunidades de oro que vieron en Egipto, Sicilia y Occidente. En el verano de aquel año, Salomón decidió aprovechar que los fatimíes parecían estar de un humor más receptivo y aceptó viajar a Alejandría en representación de un grupo de inversores, un viaje que proseguiría después por el Nilo hasta El Cairo, donde compraría especias orientales, incluidas laca, una resina que se podía utilizar como barniz o tinte, y leño brasil, del que se obtenía un tinte rojo. Salomón también tenía otros muchos intereses que le empujaban en otras direcciones. Aquel mismo año intentaba recuperar 2 2/3 libras de monedas de oro sicilianas, una suma colosal en aquel tiempo, que se había llevado un genovés que se había fugado con el dinero en Sicilia mientras los embajadores genoveses negociaban un tratado con el rey. Salomón estuvo ausente en Oriente casi dos años, y Eliadar se quedó en casa a cargo de la administración de una red comercial triangular que unía Génova, Fréjus y Palermo.
      A su regreso de Oriente, Salomón puso su mirada en Occidente, y comerció con Mallorca y España, con Sicilia y con su antiguo favorito, Egipto, donde invirtió unas sumas muy considerables de dinero. Un documento describe el recorrido circular de uno de los viajes que financió, un viaje característico de las empresas más ambiciosas de la época: «a España, después a Sicilia, o Provenza o Génova, desde Provenza a Génova o Sicilia, o, si lo desea, de Sicilia a Rumania [el imperio bizantino] y después a Génova, o de Sicilia a Génova». Los grandes patricios genoveses invirtieron con entusiasmo en la expedición a Egipto de Salomón, haciendo caso omiso de una cláusula en los documentos que daba a entender que el barco podría venderse en Egipto. Porque los italianos no solo enviaban madera a los astilleros de Alejandría, sino que les enviaban a los egipcios barcos enteros, listos para que la flota fatimí pudiera utilizarlos. [...]>>
ABULAFIA, David, El Gran Mar. Una historia humana del Mediterráneo, Barcelona, Crítica, 2013, pp. 415-416
Ubicación de
«Repubblica di Genova» por Kayac1971 - Codex Parisinus latinus (1395) in Ph. Lauer, Catalogue des manuscrits latins, pp.95-6. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
 

Tema 5(2º). Texto sobre la repoblación de Baleares y Valencia

    <<Sus conquistas le plantearon un problema, qué hacer con la población musulmana. Jaime veía a los musulmanes como un valor económico. En Mallorca muchos de ellos quedaron sometidos a los señores cristianos. La comunidad musulmana fue desapareciendo poco a poco, algunos emigraron y otros se convirtieron, pero el campo no se quedó vacío, puesto que, desde el otro lado del mar, llegaron inmigrantes cristianos desde Cataluña y Provenza, y el carácter de la población de la isla cambió con rapidez, de forma tal que, al llegar el año 1300, los musulmanes era una minoría acorralada. En Valencia, en cambio, el rey intentó dar la imagen de un monarca cristiano de un reino musulmán: aunque en el centro de la ciudad de Valencia ya no quedaban musulmanes, apareció una próspera periferia de población musulmana, y el rey les garantizó a las comunidades musulmanas del antiguo reino musulmán de Valencia el derecho a practicar su religión y vivir según sus leyes, e incluso (igual que ocurriría en Menorca) el de prohibirles a cristianos y judíos asentarse en sus pequeñas ciudades y aldeas. Estas aldeas eran importantes centros de producción que solían estar especializadas en los cultivos y oficios que los árabes habían llevado a Occidente en los primeros días de las conquistas musulmanas: cerámica, cereales y arroz, frutos secos y tejidos de calidad, que generaban considerables ingresos para al rey y los nobles terratenientes a través de los impuestos al comercio, por tierra o por el Mediterráneo. Los tratados de rendición ofrecidos a los árabes apenas señalaban en algunos casos que habían sido derrotados, y casi se les trataba como iguales. Parecía ser la mejor manera de garantizar la estabilidad, al menos hasta que los musulmanes valencianos se rebelaron, tras lo cual, en la década de 1260, se les impusieron condiciones más duras. La tolerancia real era verdadera, pero condicional y frágil.>>
ABULAFIA, David, El Gran Mar. Una historia humana del Mediterráneo, Barcelona, Crítica, 2013, pp. 462-463.
Conquista de Mallorca por Jaime I de Aragón 01.jpg
«Conquista de Mallorca por Jaime I de Aragón 01» por Luis García. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
Mapa de conquesta del Regne de valencia.png
«Mapa de conquesta del Regne de valencia». Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.