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Península Ibérica alrededor del 196 a.C
Península Ibérica alrededor del 156 a.C.
No fue hasta el año 197 a.C. [siglo II a.C.] cuando Roma organizó en provincias sus conquistas en Hispania. El Senado aumentó el número de pretores de dos a seis para enviar a dos de ellos a las nuevas provincias hispanas. Las nuevas provincias fueron: la Citerior al norte y la Ulterior al sur. Teniendo en cuenta que Ulterior quiere decir "lo que está de la parte más allá, más allá de, la lejana", y Citerior "situado de la parte de acá", los romanos designaron inicialmente la Citerior como la provincia más cercana a ellos y la Ulterior como la más alejada.
PISA SÁNCHEZ, José, Breve Historia de Hispania, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2009, pág. 14.
Península Ibérica alrededor del 100 a.C.
Península Ibérica alrededor del 50 a.C.
Península Ibérica durante la Gran Guerra Civil Romana (49-45 a.C.)
Guerras cántabras (29-19 a.C.)
Enemigos de Roma (Enemies of Rome), Aliados de Roma (Allies of Rome), Fronteras en 29 a.C. (Borders in 29 BC) |
Organización administrativa de Hispania (17 a.C.)
Provincias imperiales (Imperial Provinces), Provincia senatorial (Senatorial Province), Capital de Provincia (Capital of province), Capital de convento jurídico (Capital of conventus). |
La división de Hispania en provincias (Citerior y Ulterior) se mantuvo estable hasta la llegada al poder de Augusto. Este, tras concentrar todo el poder, llevó a cabo una profunda reforma de la organización política del Estado romano. Así en el año 17 a. C. organizó la Península Ibérica en tres provincias. La Hispania Citerior pasó a llamarse Tarraconense e incluyó en sus límites el territorio de Galicia y el norte de Portugal. Tuvo como capital la ciudad de Tarraco (actual Tarragona). La Ulterior fue dividida en dos nuevas provincias. Por un lado la Hispania Ulterior Bética, al sur del río Guadiana, que agrupaba la zona ampliamente romanizada del valle del Guadalquivir y que tenía su capital en Corduba. Por otro la Hispania Ulterior Lusitania, al norte del mismo río y con capital en Emerita Augusta (la actual ciudad de Mérida).
PISA SÁNCHEZ, José, Breve Historia de Hispania, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2009, pág. 33.
En algunos casos, la enorme extensión de las provincias dificultaba su correcta administración y gobierno, sobre todo en el caso de la justicia. En un principio el gobernador se desplazaba por las diversas ciudades de su provincia, juzgando los casos que se presentaban ante él. Con el tiempo la provincia se dividió en zonas o distritos judiciales más pequeños, alrededor de las ciudades más importantes, que incluían también el territorio que las rodeaba. Así, se crearon los conventos jurídicos, que ya existían a finales del siglo I a.C. La Lusitania estaba dividida en 3 conventos, con capitales en Emerita Augusta, Scallabis (Santarem) y Pax Iulia (Beja). la Bética estaba dividida en 4 conventos con capitales en Hispalis (Sevilla), Corduba (Córdoba), Gades (Cádiz) y Astigi (Écija). La Tarraconense, la provincia con más extensión, estaba dividida en 7 conventos con capitales en Tarraco (Tarragona), Cartago Nova (Cartagena), Caesar Augusta (Zaragoza), Clunia (Coruña del Conde, en Burgos), Asturica Augusta (Astorga), Bracara Augusta (Braga) y Lucus Augusti (Lugo).
PISA SÁNCHEZ, José, Breve Historia de Hispania, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2009, pág. 35.
División administrativa de Hispania (212)
El emperador romano Caracalla (211-217) llevó a cabo dos acciones en relación con las provincias hispanas.
Dejando de lado la primera, la segunda medida fue la creación de una nueva provincia, la Hispania Nova Citerior Antoniniana. Esta (separado de la Tarraconense) abarcaba el actual territorio de Galicia, el Norte de Portugal (al norte del río Duero), Asturias, León, Zamora y Valladolid. Aunque esta subdivisión desaparecerá en el año 238 [siglo III], parece que su existencia se debía a razones importantes o de peso. Así poco más tarde, a finales del siglo III [del 201 al 300], otro emperador, Diocleciano, creyó conveniente crear la nueva provincia de Gallaecia, que recordaba la división hecha por Caracalla.
PISA SÁNCHEZ, José, Breve Historia de Hispania, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2009.
División administrativa de Hispania (293)
Capital de Provincia (Capital of province), Capital de convento jurídico (Capital of conventus). |
Diocleciano inició pronto [293 d.C.-siglo III d.C.] la reforma de la división provincial del Imperio, con los siguientes objetivos: (1) reducir la extensión de las provincias, (2) mejorar su administración y gobierno, (3) reorganizar el ejército y (4) evitar, además, el peligro de nuevas usurpaciones. Hispania, que había mantenido su organización provincial desde la época de Augusto, vio ampliada a cinco el número de sus provincias. La Bética y la Lusitania mantuvieron su anterior extensión. En cambio la Tarraconense fue dividida en tres nuevas provincias: La Gallaecia, en el noroeste, que incluía el territorio de las actuales comunidades autónomas de Galicia y Asturias, parte de las provincias de León y Zamora y Portugal al norte de Duero; la Cartaginense, que abarcaba parte de las comunidades de Valencia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y la parte oriental (este) de Andalucía y Murcia; y la Tarraconense, que se redujo al territorio com prendido por las actuales comunidades de Cataluña, Aragón, Navarra, País Vasco, La Rioja y Cantabria. A esta división en cinco provincias se sumaría, a finales del siglo IV [del 301 al 400], la nueva provincia Baleárica, cuyo territorio se separó de la provincia Cartaginense.
A su vez las provincias romanas fueron agrupadas en diócesis. En Hispania se creó la Diocesis Hispaniarum (Diócesis de las Hispanias). Esta agrupaba las cinco provincias mencionadas anteriormente, a las que se sumó la provincia norteafricana de Mauritania Tingitana (costa norte de Marruecos), la zona más próxima a la Península Ibérica. La razón de esta inclusión no fue otra que los amplios lazos y vínculos que unían el sur de la Península Ibérica con el norte de África. Cada diócesis estaba dirigida por un vicario, que en el caso hispano tenía residencia en la ciudad de Emerita Augusta.
PISA SÁNCHEZ, José, Breve Historia de Hispania, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2009, págs. 124-125.
Área de asentamiento aproximado (409-429). Hispania romana.
Península Ibérica en 456
Provincias de la España visigoda en el siglo VII
Actividades:
- Busca información: ¿Qué eran las provincias para los romanos? ¿En cuantas provincias estaba dividida la Galia en tiempos de Augusto?
- Indica las dos provincias en las que los romanos dividieron Hispania en el 197 a.C. ¿Qué magistrados romanos estaban encargados de gobernarlas? ¿Qué territorio abarcaba cada una de ellas?
- ¿En qué año dividió Augusto Hispania en tres provincias? ¿Cuáles eran estas provincias? Indica los territorios actuales que abarcaban.
- ¿Para que servían los conventos jurídicos?
- ¿En qué año dividió Diocleciano Hispania en cinco provincias? ¿Cuáles eran estas provincias? Indica los territorios actuales que abarcaban.
- ¿Qué era la Diocesis de las Hispanias? ¿Quién la gobernaba?
- ¿Qué otra provincia romana de vida breve fue el antecedente de la provincia de Gallaecia?