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martes, 11 de junio de 2013

Temas 9 y 11(2º). Texto sobre el mercantilismo: el sistema colonial británico

El mercantilismo consideraba que la riqueza de un país en que este atesorara metales preciosos (oro y plata). Para ello debía vender en el exterior más de los que compraba (hay que tener en cuenta que el pago era en moneda hecha de oro y plata). Una forma de conseguirlo era utilizando a las colonias como un mercado exclusivo para exportar (monopolio). Este método lo aplicaban tanto los británicos como los españoles, sin olvidarnos de franceses u holandeses. En este texto se ve claramente como funcionaba el sistema y como perjudicaba a los habitantes de las colonias.
 

<<La filosofía imperial de Gran Bretaña consistía en que Norteamérica tenía que proporcionarle materias primas a un precio justo y aceptar a cambio productos finales. El sistema estaba ratificado por una serie de leyes conocidas como las Navigation Acts, que estipulaban que cualquier producto destinado al Nuevo Mundo tenía que estar originado en Gran Bretaña o pasar por ella de camino allí, aunque se hubiera creado, por ejemplo, en las Indias Occidentales [islas del Caribe], lo que ocasionaba un doble cruce del Atlántico que carecía por completo de sentido. Era un arreglo absurdo e ineficiente, pero gratamente lucrativo para los comerciantes y fabricantes británicos, que tenían de este modo a su merced comercial a un continente en rápido crecimiento. En vísperas de la revolución [guerra por la cual las colonias británicas de Norteamérica se separaron de Gran Bretaña entre 1776 y 1783], Norteamérica era el mercado de exportación de Gran Bretaña. Significaba el 8o % de la totalidad de las exportaciones de ropa de cama británicas, el 76 % de los clavos exportados, el 6o % del hierro forjado y casi la mitad de todo el cristal vendido en el extranjero. En términos de volumen, Norteamérica importaba anualmente 13.500 kilos de seda, 5.000 kilos de sal y más de 130.000 gorros de piel de castor, entre muchas otras cosas. Y gran parte de las mismas —por ejemplo, los gorros de piel de castor— estaban hechas con materiales originarios de Norteamérica que podrían fabricarse sin problemas en fábricas norteamericanas... un hecho que no pasó desapercibido a los norteamericanos.>>
>>El pequeño mercado interno norteamericano y los problemas de distribución en un área tan grande implicaban que los norteamericanos no podían competir ni siquiera cuando se atrevían a intentarlo. Hacia 1700 se pusieron en marcha varias fábricas importantes de producción de cristal, y algunas incluso prosperaron durante un breve periodo, pero en tiempos de la revolución ya no se fabricaba cristal en las colonias. En la mayoría de las casas, cuando se rompía una ventana, rota se quedaba. El cristal era tan excepcional que en todas partes se aconsejaba a los inmigrantes que trajeran consigo cristal para sus futuras ventanas. De un modo similar, el hierro sufría una carencia crónica. El papel era a menudo tan escaso que era casi inexistente. En Norteamérica se fabricaba tan solo la loza más básica —jarrones, vasijas y cosas de este estilo— y cualquier objeto de calidad, como la porcelana y la loza, tenía que venir de Inglaterra (o a través de ella, lo que encarecía su coste). Para Jefferson [uno de los líderes de la independencia norteamericana] y otros hacendados de Virginia [una de las trece colonias británicas en Norteamérica], el problema se agravaba debido a la ausencia de ciudades. Era más fácil comunicar con Londres que con las demás colonias.>>
BRYSON, Bill, En casa. Una breve historia de la vida privada, Barcelona, RBA, 2011, págs. 358 y 359.
Map Thirteen Colonies 1775-es