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lunes, 3 de septiembre de 2012

Tema 16(1º). Textos sobre los visigodos, Bizancio y Carlomagno.

Los visigodos invaden el Imperio Romano.
<<[…] Originalmente, los godos se habían forjado su reputación luchando en una serie interminable de guerras fronterizas contra los romanos y habían ganado la dudosa distinción de servir como esclavos en muchas casas romanas. Más tarde, los hunos invadieron sus tierras natales del mar Negro y, en 376, los romanos permitieron que una gran masa de refugiados godos [visigodos] cruzara el Danubio y entrara en el Imperio romano. Después de aplastar las menguadas legiones del emperador oriental Valente en Adrianópolis, los godos trataron de llegar a un acuerdo de paz con los romanos a cambio de una franja del Imperio que pudieran reivindicar como suya. Pero cuando, tras haber firmado varios tratados con los implacables emperadores romanos, siguieron sin patria, decidieron vengarse saqueando la gran capital imperial. Al final, terminaron instalándose en los territorios visigodos de Francia y España, así como en una considerable franja del norte de Italia [sic] de los ostrogodos. […] En España y el sureste de Francia, los godos pronto se encontraron con problemas con los papas romanos, y los últimos reinos godos desaparecieron en el siglo VIII con la invasión musulmana de España.>>
STROSSER, Edward y PRICE, Michael, Breve historia de la incompetencia militar, Barcelona, Ediciones B, 2009, pags. 55 y 56.
Visigoth migrations
El visigodo Alarico saquea Roma.
<<[…] Por fin, el 24 de agosto del año 410, Alarico I daba la orden trascendental de ocupar la ciudad. El punto elegido fue la puerta Salaria [una de las puertas de las murallas romanas], sita en el nordeste de Roma, por donde entraron los godos [visigodos]. Las órdenes de Alarico eran claras y contundentes: se podía saquear todo lo que se quisiera menos los templos cristianos, y además los guerreros godos no deberían destruir monumentos emblemáticos de la capital -recordemos que Alarico era un amante del arte y de la belleza y sabía que tarde o temprano debería volver a convivir con los romanos-. ¿Por qué no pensar en un futuro emperador de origen visigodo? Sólo Alarico I estaba capacitado para asumir tal poder; no olvidemos que los godos fueron considerados como los más civilizados de todos los pueblos germánicos, en detrimento de otras tribus menos romanizadas y poco dispuestas a negociaciones o pactos.>>
CEBRIÁN, Juan Antonio, La aventura de los godos, Madrid, La Esfera de los Libros, 2002, pág. 25.
Sack of Rome by the Visigoths on 24 August 410 by JN Sylvestre 1890
Un nombre para la mitad restante del Imperio Romano: el Imperio Bizantino
<<Sin embargo, para nosotros, llamar al reino dominado por Constantinopla Imperio Romano sería incurrir en una falsedad. A partir del 476, raras veces estuvo Roma en manos del emperador de Constantinopla, y nunca fue de nuevo centro del gobierno imperial. De hecho, durante casi toda su historia posterior, Roma constituyó un centro de oposición al imperio en Constantinopla.>>
>>¿Cómo debemos llamar, entonces, al Imperio de Oriente? Los occidentales, en siglos posteriores, lo llamaron el Imperio Griego, y hubo una época en la que el Imperio estuvo realmente limitado, en gran parte, a los pueblos de idioma y cultura griegos. Pero esto es demasiado limitado. A veces lo formaron gentes distintas a los griegos, y sus tradiciones procedían tanto de sus herencias romanas y cristianas como de las griegas.>>
>>Podemos considerarlo desde otro punto de vista. El Imperio Romano fue llamado así porque estaba dominado por Roma. Constantinopla era quien gobernaba el Imperio de Oriente. Entonces, ¿no se le debe llamar Imperio de Constantinopla? El problema es que la frase es torpe. Durante los últimos siglos se recurrió al término de Bizancio, el antiguo nombre de Constantinopla. Por esta razón el imperio bajo el dominio de Constantinopla llegó a ser llamado Imperio Bizantino.>>
ASIMOV, Isaac, Constantinopla. El imperio olvidado, Madrid, Alianza Editorial, 1982, pág. 55 y 56.
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Carlomagno y la historia de Europa.
<<Carlomagno finalmente murió en 814, a la edad (longeva para el periodo medieval) de setenta y dos años. Reinó durante cuarenta y seis años, más que cualquier emperador romano verdadero que haya gobernado alguna vez. (Augusto tenía el récord, con cuarenta y cinco años de reinado.) A su muerte el reino de Carlomagno estaba en su apogeo, en cuanto a tamaño y fortaleza; había tenido éxito casi siempre en la guerra; y, quizá sobre todo, su enorme estatura y natural dignidad le otorgaron la posición de gran rey de todos los tiempos, un rey grande y conquistador.>>
>>Pocos a su muerte podían recordar a algún otro rey, y seguramente pensaron que no aparecería pronto otro como él. Si fue así, tenían razón, pues pasarían siete siglos antes de que otro rey dominase el Occidente como lo había hecho Carlomagno. (Iba a ser otro emperador Carlos, Carlos V, pero aún él sería sólo una pálida imitación de Carlomagno.)>>
ASIMOV, Isaac, La Alta Edad Media. Las edades oscuras, Madrid, Alianza Editorial, 1982, pág. 185.
Karl der große