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miércoles, 28 de marzo de 2012

Tema 9 (1º). Texto sobre la Prehistoria


<<¡Pero —me dirás— todos esos “quizá” y “aproximadamente”, sin dar nombres ni fechas exactas, no son historia!». Y tienes razón. Es algo que está antes de la historia. Por eso se llama prehistoria, pues sólo sabemos con mucha imprecisión cuándo sucedió. No obstante, conocemos algunos datos acerca de esos seres humanos a quienes llamamos hombres primitivos. En efecto, cuando comenzó la verdadera historia —cosa que ocurrirá en el capítulo siguiente—, los hombres tenían ya todo cuanto poseemos nosotros hoy: ropa, viviendas y utensilios; arados para arar, semillas para hacer pan, vacas que ordeñar, ovejas que esquilar y perros para la caza y como amigos. Flechas y arcos para disparar y yelmos y escudos para protegerse. Pero todo eso tuvo que haber sucedido por primera vez en alguna ocasión. ¡Alguien tuvo que haberlo inventado! Imagínate, ¿verdad que es interesante? En algún momento del pasado, un hombre primitivo tuvo que haber tenido la ocurrencia de que la carne de los animales salvajes se mordería  mejor si se ponía antes sobre el fuego y se asaba. ¿O quizá se le ocurrió a una mujer? Y, una vez, alguien cayó en la cuenta de cómo hacer fuego. Imagínate lo que eso significa: ¡hacer fuego! ¿Sabes hacerlo tú? ¡Pero no con cerillas, no, pues no existían, sino con dos palitos que se frotaban uno con otro tanto rato que se iban calentando hasta ponerse finalmente al rojo! ¡Inténtalo! ¡Verás lo difícil que es!>>
>>Alguien inventó también los utensilios. Ningún animal sabe qué es un utensilio. Sólo el ser humano. Los utensilios más antiguos debieron de haber sido simples ramas o piedras. Pero, pronto, esa s piedras se tallaron en forma de martillos puntiagudos. Se han encontrado enterradas muchas de esas piedras talladas. Y como entonces todos los utensilios eran aún de piedra, este periodo se llama Edad de Piedra. Sin embargo, por aquellas fechas, la gente no sabía construir casas. Eso suponía una gran incomodidad, pues en aquel tiempo solía hacer a menudo mucho frío. A veces, mucho más que hoy. Los inviernos eran entonces más largos, y los veranos más cortos, que los de ahora. La nieve se mantenía durante todo el año hasta muy abajo de las montañas, llegando a los valles; y los grandes glaciares de hielo avanzaron enormemente, penetrando en las llanuras. Por eso se puede decir que la primera Edad de Piedra coincidió con las glaciaciones. Los hombres primitivos debían de vivir helados y se alegraban cuando encontraban cuevas que podían protegerlos a medias del viento y el frío. Por eso se les llama también hombres de las cavernas, aunque es muy improbable que habitaran siempre en ellas.>>
GOMBRICH, Ernst H., Breve Historia del Mundo, Barcelona, Península, 2007. 
Dolina-Pano-3